Democracia, inflación e impuestos

Camilo LondonCamilo London.- Es lugar común en diversos foros la expresión relativa a que “la inflación es el más severo y perverso de los impuestos”. Todos la dan por cierta, muchos la repiten incesantemente, pero es posible que pocos comprendan la verdadera significación que esta tiene. Así que en esta oportunidad me he tomado el atrevimiento de hilvanar algunas líneas con los fundamentos más elementales que en mi opinión ayudarían a cualquier ciudadano a entender como esta cita vincula a los conceptos relativos a la democracia, la inflación y los tributos.

Lo tributos constituyen el aporte que acuerdan los ciudadanos para poder cubrir a través de su pago, los gastos de funcionamiento del Estado que organiza a la sociedad,  ejerciendo para ello el Poder que le confiere el pueblo soberano por medio de la Constitución de la República. Son los impuestos, tasas y contribuciones, uno de los medio de financiamiento del gasto público.

El Estado cuenta además con otras fuentes distintas a la tributaria para hacerse de recursos destinados a garantizar los medios económicos para el cumplimiento de sus fines. Estos ingresos, por ejemplo, pueden provenir de la explotación de actividades económicas a través de empresas del Estado, como es el caso de PDVSA. También podría acudir al endeudamiento público, tanto interno como foráneo. Pero debemos tener en cuenta que cualquier endeudamiento asumido por el Estado luego debe pagase al acreedor.

Los tributos deben ser establecidos por una Ley, es decir, por el parlamento o Asamblea Nacional que representa al ciudadano. Esto se conoce como el principio de reserva legal o de legalidad de los tributos. Otra función reservada a los parlamentarios es el presupuesto nacional, su creación por medio de Ley y su control posterior. Así como también la autorización del endeudamiento.

De esta forma cuando el Ejecutivo Nacional pretenda gastar más de lo que le ha sido asignado en el presupuesto nacional, necesariamente  debe gestionar estos recursos adicionales ante los representantes del ciudadano en la Asamblea Nacional. Tanto el aumento de tributos como el mayor endeudamiento respecto al previsto en el Presupuesto Nacional, requerirán de la aprobación parlamentaria por medio de una Ley, lo cual obligará al Ejecutivo Nacional a sentarse en el banquillo de interpelación  para explicar de forma pública la razón por la cual se necesita el crédito adicional, así como la consulta pública de estas leyes.

Lo positivo de un Estado que pague sus gastos a través de recursos que provean los tributos, cuando estos no sean confiscatorios claro está, es que se ve obligado a incentivar la generación de riqueza en el país. Riqueza que luego es consultada para que se atienda al pago de los tributos. Para ello incentivará la creación de empresas productivas, el bienestar y una sana economía. Al mismo tiempo los ciudadanos sometidos a la presión tributaria, como contribuyentes serán más proclives a ser activos contralores del gasto público que les dolerá en sus bolsillos de donde salen los impuestos.

Ahora bien, resulta que hay otra forma de financiar el gasto público, pero esta resulta ser tan dañina que los ciudadanos normalmente la prohíben.  Dicha prohibición en Venezuela se incorporó en el artículo 320 de la Constitución Nacional  que señala que “En el ejercicio de sus funciones el Banco Central de Venezuela no estará subordinado a directivas del Poder Ejecutivo y no podrá convalidar o financiar políticas fiscales deficitarias”. Con dicha prohibición, el Banco Central no podría generar dinero inorgánico a requerimiento de las necesidades de pago del Gobierno Central y así se evitaría que la economía nacional se inundara de dinero sin respaldo económico, que ejerce una brutal presión inflacionaria.

En Venezuela esto no opera de la forma antes descrita, incluso fue así antes de que nos apartásemos del camino democrático, cuando todos los demás Poderes Públicos bajo la dirección de un único Partido Político gobernante decidió que la Asamblea Nacional estaba en desacato. La tragedia comenzó antes, cuando un presidente exigió a un parlamento para ese momento subordinado a su arbitrio, la flexibilización de la ley que abrió la caja de pandora bajo la custodia del BCV, liberando al demonio inflacionario.

Luego en el año 2016 con la proscripción definitiva del parlamento, desapareció el ya frágil equilibrio del Poder Público que caracterizaba a la democracia. Pero al hacerlo, también desapareció la barrera natural contra la hiperinflación causada por el descontrolado financiamiento del déficit fiscal a través de la dañina emisión de dinero inorgánico por parte del Banco Central de Venezuela.

De esta forma, el Estado ya no requiere de tributos para financiarse, sino que lo hace a través de un mecanismo que causa inflación, como lo es la generación de dinero inorgánico. De esta forma cuando requiere pagar la nómina pública o bonos a la población, no se ve en la necesidad de ser mejor administrador y más eficiente, ni acudir al Parlamento y someterse al control ciudadano, ni subir los impuestos ordinarios, sino que sustituye esto por la solicitud al BCV de más bolívares.

El dinero que es creado de esta forma por el Estado, compra bienes y paga servicios, pero también se apropia del esfuerzo productivo de los ciudadanos del país. A cambio no hay contraprestación alguna, sino pobreza y miseria. El efecto confiscatorio de la inflación es mucho mayor que la de los impuestos ordinarios más altos.

La solución al problema es ciertamente compleja, pero no menos cierto es que cualquier solución pasa por la restitución del equilibrio del Poder Público, por la independencia del BCV y por retomar las funciones propias de la Asamblea Nacional.  En ese contexto sería posible un gran acuerdo nacional que a través de la soberanía popular pueda accionar de la forma como ocurre en otros países del continente, que han encontrado la fórmula para evitar que la inflación sea el mayor y más perverso de los impuestos en sus sociedades.  Esa fórmula no es otra que más y mejor democracia.

 

@SoyCamiloLondon

 

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