El Banco Mundial analizó los datos de los últimos seis censos económicos de México, que recolectaron datos de 20 millones de empresas a lo largo de dos décadas (1994-2019), para responder a la pregunta de por qué, después de décadas de reformas importantes, si el país tiene una ubicación geográfica con ventajas frente a los mercados estadounidense y canadiense, su crecimiento sigue estancado y su productividad está por debajo de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de sus pares de América Latina.
El reporte de la organización multinacional explica que México ha perdido casi tres décadas en cuanto al crecimiento potencial de su productividad.
“Pese a todo su potencial, durante casi tres décadas el crecimiento de la productividad mexicana ha sido en cámara lenta”, aseguró Mark R. Thomas, director del Banco Mundial para México, Colombia y Venezuela.
“Nuestro análisis indica que este estancamiento, exacerbado ahora por los desafíos estructurales derivados de la pandemia, se debe en parte a la incapacidad de asignar recursos a las empresas más productivas y a los obstáculos para su crecimiento”, indicó.
El BM explicó que los obstáculos que impiden que la productividad del país crezca son varios y se relacionan con temas institucionales, como el crimen o la corrupción, que reducen incentivos para la inversión para mejorar la organización y la gestión empresarial, así como políticas que complementen los procesos de aglomeración y promuevan sinergias, sobre todo en el sur del país.
También hay restricciones al financiamiento y al crédito, así como pocos incentivos para la innovación tecnológica. Hay, además, excesivas regulaciones para la actividad económica que limitan el crecimiento, sobre todo de las empresas con mayor potencial y productividad, y restringen la salida del mercado de empresas ineficientes.
El informe destaca que la apertura comercial de los años 90 impulsó a los sectores económicos mejor colocados para gozar de las ventajas internacionales, pero rezagó a quienes no pudieron conectarse. Ello agravó la dispersión y la heterogeneidad de la economía mexicana aumentando la disparidad de productividad entre regiones. Esa disparidad no se ha dado entre municipios y existen algunos que han crecido rápidamente en los estados más pobres. El problema es que la cantidad de los municipios con alto crecimiento de la productividad no es suficiente para acelerar el crecimiento de estos estados.
Los autores aseguran que para que el crecimiento de la productividad detone todo su potencial, se podría:
Con información de nota de prensa