La petrolera estatal saudí Aramco, la mayor del mundo, ganó 31.900 millones de dólares en el primer trimestre de 2023, un 19,2% menos que en el mismo periodo del pasado año, cuando obtuvo un beneficio cercano a los 39.500 millones de dólares, según los resultados comunicados hoy por la empresa.
Esta rebaja de sus beneficios responde a la caída en los precios del petróleo entre ambos periodos, que han pasado de media desde 97,7 a 81 dólares el barril, según el gigante petrolero saudí.
Precisamente, Arabia Saudí decidió en abril reducir su producción de crudo en medio millón de barriles diarios.
Los ingresos de la petrolera ascendieron a 111.323 millones de dólares en el primer trimestre, un 10,6 por ciento menos que entre enero y marzo de 2022, cuando obtuvo algo más de 124.500 millones de dólares.
El comunicado de Aramco también apunta a que la compañía distribuirá en esta ocasión dividendos por valor de unos 19.500 millones de dólares, la misma cantidad anunciada para el cuarto trimestre de 2022.
El presidente Ejecutivo de Aramco, Amin Naser, minimizó la importancia de la caída de los beneficios e insistió en que la «estrategia de crecimiento sigue por buen camino» al referirse a «adquisiciones claves en Estados Unidos» e «importantes inversiones en China y Corea del Sur» en el campo de productos petroquímicos.
Arabia Saudí cuenta con alrededor del 17% de las reservas de crudo del mundo y es el mayor productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y lidera junto a Rusia la alianza de esa organización con diez socios externos (OPEP+).
EFE