Un informe del Banco Mundial (BM) publicado el miércoles 20 de noviembre revela que los programas de inclusión económica son eficaces en función de los costos y generan impacto, pero sólo llegan a una de cada 10 personas que viven en la pobreza extrema.
Dichos programas —que proporcionan transferencias monetarias, capacitación en habilidades, capital empresarial, orientación y acceso al mercado— ayudan a salir de la pobreza a las personas más pobres y vulnerables, en particular a las mujeres, resalta una nota publicada por el BM.
Si bien se están ampliando con rapidez, el informe «The State of Economic Inclusion Report 2024: Pathways to Scale» (Informe sobre el estado de la inclusión económica 2024: Los caminos hacia una mayor escala) muestra que apenas llegan al 10% de los aproximadamente 700 millones de personas que viven en la pobreza extrema, lo que equivale a poco más de 70 millones en 88 países.
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En el informe de la Alianza para la Inclusión Económica del BM se destaca la importancia de mejorar la calidad y el impacto de los programas a través de un diseño basado en evidencias y un seguimiento, una evaluación y un aprendizaje eficaces. Los Gobiernos lideran la ampliación, pero la colaboración con las organizaciones no gubernamentales y comunitarias y el sector privado es fundamental para superar las limitaciones de capacidad.
“Hay pruebas contundentes del impacto significativo que tienen los programas de inclusión económica en la seguridad alimentaria, el consumo y los ingresos”, señaló Iffath Sharif, directora de la Práctica Global de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial. “Cuando se implementan a través de sistemas gubernamentales, estos programas pueden ser sumamente eficaces en función de los costos y generar un alto rendimiento sobre la inversión”.
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