La crisis en la que está sumida Boeing Co. dio un giro dramático después de que fracasaran las negociaciones para resolver una huelga que ya lleva casi un mes y que S&P Global Ratings advirtiera de que podría rebajar la calificación crediticia del fabricante de aviones a “basura”.
Tanto la compañía como la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM) se culparon mutuamente del estancamiento. Boeing dijo que el sindicato hizo “demandas no negociables”, mientras que la IAM dijo que la empresa estaba “empeñada en mantener la oferta no negociada”.
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El punto muerto deja a Boeing sin un camino claro para superar la huelga, que ha paralizado la producción en sus fábricas en la costa oeste de Estados Unidos Incluso antes de que se rompieran las conversaciones, S&P destacó la urgencia de alcanzar una resolución señalando un consumo de efectivo estimado en 10 mil millones de dólares este año que probablemente requerirá financiación adicional para cubrir las necesidades diarias de efectivo y los vencimientos de deuda, publicó Bloomberg.
“Desafortunadamente, el sindicato no consideró seriamente nuestras propuestas”, dijo Stephanie Pope, que dirige la unidad de aviones comerciales de Boeing, en un memorando compartido por la compañía. “En su lugar, el sindicato hizo demandas no negociables muy por encima de lo que se puede aceptar si queremos seguir siendo competitivos como empresa”.
Las acciones de Boeing cayeron el miércoles un 1,5% antes de la apertura del mercado. Las acciones han bajado un 41% este año, destruyendo más de 60 mil millones de dólares en valor de mercado mientras la empresa rebotaba de crisis en crisis.
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