Según el más reciente informe Commodity Markets Outlook del Banco Mundial, se espera que los precios internacionales de productos básicos caigan un 12 % en 2025 y un 5 % adicional en 2026, alcanzando su nivel más bajo en seis años. Esta tendencia podría mitigar los riesgos inflacionarios derivados de las tensiones comerciales, pero también afectaría a dos tercios de las economías en desarrollo.
El informe señala que el débil crecimiento económico global y una oferta de petróleo elevada están impulsando esta caída. En términos reales, los precios ajustados por inflación podrían ser más bajos que el promedio entre 2015 y 2019.
“Estamos ante la etapa de mayor volatilidad de precios de los últimos 50 años”, afirmó Indermit Gill, economista en jefe del Grupo Banco Mundial.
Gill recomienda a los países en desarrollo tres acciones clave: restaurar la disciplina fiscal, fomentar el entorno empresarial y liberalizar el comercio donde sea viable.
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Menores precios de energía y alimentos hasta 2026
Los precios de la energía podrían disminuir un 17 % en 2025 y otro 6 % en 2026. El petróleo Brent promediaría USD 64 por barril en 2025 y USD 60 en 2026. El carbón caería un 27 % este año y un 5 % adicional después.
Asimismo, se proyecta una reducción del 7 % en los precios de alimentos en 2025 y del 1 % en 2026. Aunque esto puede aliviar la inseguridad alimentaria, la ONU advierte que más de 170 millones de personas seguirán en situación crítica en 22 países.
La demanda mundial de petróleo está siendo impactada por la adopción de vehículos eléctricos. En China, más del 40 % de los automóviles nuevos vendidos en 2024 fueron eléctricos o híbridos, triplicando la cifra de 2021.
A diferencia de otros commodities, el precio del oro podría alcanzar un valor récord en 2025. Su función como activo refugio durante periodos de alta incertidumbre económica y geopolítica lo mantiene en alza.
Ciclos más cortos e intensos marcan la nueva normalidad
Entre 2020 y 2024, los ciclos de auge y caída se han acortado a la mitad en comparación con décadas anteriores. Esta volatilidad reduce el margen fiscal de los países exportadores y plantea nuevos retos estructurales.
“La nueva normalidad podría ser un mercado de productos básicos mucho más volátil”, advirtió Ayhan Kose, del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
Las economías emergentes deberán generar espacio fiscal, fortalecer sus instituciones y atraer inversión para enfrentar la creciente inestabilidad de precios.
Fuente: Banco Mundial