Citibank y su genio Walter Wriston

 

En realidad, el dinero no puede abandonar el sistema:
es un circuito cerrado” W. Wriston

Raúl TorricoRaúl Torrico.- En los anales de la actividad bancaria de los Estados Unidos(EU) se reportan tres grandes personalidades J.P. Morgan, Amadeo Giannini (Bank of America) y Walter Wriston (Citibank) que constituyen el trío de los más grandes banqueros del siglo pasado.

En el caso de los dos primeros fundaron sus bancos y en el caso de W. Wriston acontece que él pensaba hacer carrera profesional en el Departamento de Estado y los bancos nunca pasaron por su cabeza hasta que un médico de su madre le sugirió buscar trabajo en esa área por lo que preguntó cual era el mejor banco en Nueva York resultando ser el National City Bank – luego cambiaría nombre a Citibank – así que en 1946 empezó a trabajar por US$ 2.800 al año en la división de Contraloría.

Cabe mencionar que al iniciar la segunda guerra mundial el Citibank ya operaba en más de 100 oficinas en el mundo mientras que el Chase National Bank era el banco más grande del país seguido por Bank of America y luego como tercero figuraba el citado National City Bank.

Wriston en poco tiempo mostró su disgusto por el programa de entrenamiento y solicitó ser preparado para la tarea bancaria más importante : el crédito. Y así en 1948 se embarcó a estudiar lo que en el mundo bancario se llaman las 3 “C” del crédito : carácter, capacidad y colateral, con eso aprendió que el carácter de un banquero debe ser contradictorio dado que siendo un vendedor debe saber decir NO.

Wriston pasó, entonces, a la división de Crédito que se ocupaba de financiar el transporte (aviones, barcos, trenes, automóviles) y ahí conoció al célebre armador griego Aristóteles Onassis quién se acercó al banco a solicitar préstamos para adquirir barcos de transporte sabiendo que el dinero real se encontraba en los tanqueros petroleros ; Onassis convenció al banco que el préstamo debía ser hecho sobre el dinero que generaría al ser fletado a las grandes compañías petroleras y no sobre el valor del tanquero en sí; esta fórmula fue desarrollada entre Onassis y Wriston y luego aplicada a otros activos como aviones o trenes, algo totalmente revolucionario para su tiempo.

La idea del crédito a plazo marcó el declive del clásico préstamo a tres meses. Por cierto, en esos días, Onassis ofreció a Wriston contratarlo por US$ 1.000.000 luego de impuestos, cosa que él rechazó.

En 1955, se fusionan el Chase con el Bank of Manhattan lo que tomó al Citibank fuera de foco y obligó a desarrollar una estrategia para evitar futuras sorpresas para ello se decidió inyectar sangre nueva a la división Internacional designando como cabeza de la misma a W. Wriston.

Ahora destacamos los tres eventos que hicieron de W. Wriston un individuo singular.

En primer lugar, ocuparse de la división Internacional significó que Wriston vería el futuro de su acción ya no en su país sino que su mercado sería el mundo entero lo que le permitió fomentar iniciativas orientadas a ese objetivo.

En segundo término, el impulso realizado por Wriston y otros oficiales del banco para crear el Certificado de Depósito (CD)negociable, tuvo lugar a finales de los años 50 cuando surgió el eurodólar ( dólares fuera de USA) principalmente en Londres (1958).El CD era un instrumento que permitía al banco recibir dólares y pagar intereses por ese depósito lo que constituyó una solución a la poca liquidez que reinaba en Estados Unidos causada justamente por la salida de dólares hacia el citado mercado del eurodólar. El CD no solo hizo crecer los bancos sino creó una demanda para comprar y vender dinero y esto, a su vez, llevó a financiar créditos a plazo para la construcción y equipamiento.

El tercer elemento, ahora sí decisivo, fue la gerencia pues si bien el Citibank era el líder en el arte de la banca también es cierto que en el arte de la gerencia estaba muy atrás; en este sentido, Wriston quién formaba parte del directorio de General Electric, veía a esa compañía como el modelo a seguir en el rol gerencial.

Para este propósito, se las arregló para contratar a John Reed – quién luego sería presidente del Citibank – quién poseía las cualidades gerenciales necesarias al punto que el mismo Reed se definía como un gerente y no como un banquero reconociendo su escasa formación en crédito.

Fue entonces que Wriston y su jefe George Moore se abocaron a través de las buenas relaciones que tenían con General Electric(GE) a profundizar el conocimiento de TEMPO (filial de GE) que constituía el mecanismo para planificar en el tiempo (10 -15 años) la acción que debía seguir el banco pues los planificadores internos habían fracasado en desligarse de lo que eran las políticas internas de la banca en el país cuando lo que se requería era una visión más amplia que identificara hacia donde iba el mundo como un todo en los próximos 25 años. TEMPO trabajó en esa visión de manera que el banco tomara ventajas de esas futuras tendencias.

Una conclusión fundamental de la labor desarrollada por TEMPO fue que Wriston entendió que Citibank debía exceder en ámbito del banco y convertirse en un proveedor de servicios financieros global en base a la tecnología, es decir, su área geográfica de acción sería el mundo y los Estados Unidos solamente la base de operaciones; asimismo, la tecnología haría posible dar servicios de manera rentable.

TEMPO también determinó que el banco debía pensar en el manejo electrónico de los pagos para lo que contempló la tarjeta de crédito; igualmente, TEMPO indicó a Citibank que el futuro del banco estaba en proveer capital y servicios financieros en los países menos desarrollados.

Fue así como Citibank empezó a estar menos en el negocio bancario y más en el negocio del dinero tomando nuevas iniciativas. Por ejemplo, Tempo sugirió que Citibank comprara aviones y luego los cediera en “leasing” a las aerolíneas ya que al final habría una verdadera mina de oro en el valor residual que resulta al finalizar el plazo del leasing ; luego esto se replicó para containers, satélites, etc.

En 1967, a los 47 años Wriston llegó a la presidencia del banco (CEO) y George Moore a la presidencia de la Junta Directiva (Chairman) aunque en lo sucesivo éste último sería el líder nominal pero con poca autoridad en las políticas en cambio el presidente ejecutivo sería el responsable de la elaboración y ejecución de la política a seguir en el banco. En otras palabras, Wriston manejaría el banco día a día mientras que Moore sería el que representaba puertas afuera del instituto.

En 1968, Richard Nixon al ganar las elecciones presidenciales invitó para el cargo de Secretario del Tesoro a Wriston quién desestimó la oferta porque – diría años después – el oferente fue un enviado de Nixon en lugar de hacerlo Nixon mismo. En 1974, nuevamente rechazaría la invitación por la misma razón.

Para ocuparse adecuadamente de hacer crecer el banco Wriston acudió a un especialista de Mc Kinsey and Company, Richard Neuschel quién junto a John Reed crearon la matriz de gerencia donde cada nuevo cliente debía ser un centro de beneficios manejado por un gerente responsable de ejecutar el plan de beneficios (utilidades) que producirían un crecimiento anual de las ganancias entorno al 15%.

Los problemas surgidos debido a la matriz fueron múltiples pero Wriston había entendido que sí quería una institución diversificada y de crecimiento rápido no tendría más opción que abrazar los centros de beneficios (profit center) y la descentralización, ambos conceptos resumidos en la matriz de gerencia.

El Citibank y Wriston, por sus continuas discusiones con la Federal Reserve, pasaron a ser conocidos como aquél banco que siempre operaba al límite de las leyes y regulaciones bancarias. En consecuencia, si el Citi logró ser el banco líder fue porque justamente consiguió pasar sus elaborados argumentos ante las instituciones que controlan a los bancos.

En relación a la competencia con los dos grandes bancos de Estados Unidos, vale señalar que siendo Bank of America el más grande en depósitos, Wriston lo veía como un gran banco regional; el caso del Chase era diferente por figura de David Rockefeller, sin embargo Wriston llegó a reemplazar a Rockefeller como vocero de la Asociación de Bancos americanos al extremo que New York Magazine tituló el evento así : “ El hombre que golpeó el banco de Rockefeller”.

Por otra parte, el Citibank había tenido por años un enorme problema en el back office y John Reed era el encargado de arreglarlo en base a tecnología para lo que contrató a Jack Scantlin un genial ingeniero excéntrico que se haría varias veces millonario gracias al Citibank expresándole a Wriston y Reed que el banco todavía trabajaba en analógico cuando el mundo ya se tornaba digital y justamente esto coincidía con un secreto a voces de crear una sociedad sin cheques.

En los años 70 y 80 Wriston tuvo que enfrentar problemas con clientes como el de la alcaldía de Nueva York, Penn Central y Lockheed Aircraft que constituyeron eventos parecidos a paros cardíacos de compleja naturaleza pero que fueron enfrentados con mucho sentido común, algo característico en Wriston.

Ahora nos situamos en el 15 de agosto de 1971 cuando R. Nixon anunció el fin de la convertibilidad del dólar en oro (en ese momento había 7 dólares en circulación respaldados por cada dólar en oro) decretando paralelamente congelamiento de precios y salarios por 90 días . Esa decisión puso fin a la supremacía económica global de los Estados Unidos como se dijo repetidamente en esos días.

Wriston reaccionó fuertemente sobre los controles diciendo que Citibank operaba en 90 países y ya
habían visto que no había forma eficiente de efectuar controles y todos esos esfuerzos habían
fracasado a largo plazo pero aún a corto plazo había producido escasez, incertidumbre y distorsión
del mercado. Citibank fue el primer banco en aceptar que ahora era imposible mantener un sistema
de tasas fijas y se movió hacia tasa flotantes. Wriston siempre prefirió decir que el Citibank era una organización global más que una compañía americana con operaciones en el exterior; igualmente pensaba que una organización debe estar cambiando frecuentemente para seguir siendo competitiva para lo que impulsó la creación de World Corporation Group para centralizar información útil pues solo así se descubrió que el banco estaba perdiendo dinero con las multinacionales en algunos países y ganando en algunos otros.

Mientras desarrollaba esa iniciativa, Wriston autorizó la creación de un sistema moderno de transferencias internacionales para poder considerarse realmente un banco global entonces para fines de 1973 el Citi estaba llegando a su pico más alto y se le consideraba la institución bancaria más admirada en el mundo y a Wriston el banquero más influyente de la época.

En 1974, luego del shock petrolero los bancos encontraron que la forma de seguir administrando los fondos que empezaron a fluir hacia los países árabes era reciclando los petrodólares hacia los países con menor desarrollo. Países como México y Brasil formaban parte de las ganancias operativas del Citibank ya que más de la mitad de las ganancias del banco provenían de operaciones en el exterior, destacando que el banco siempre prefirió financiar proyectos privados que a gobiernos de países de menor desarrollo económico dado que Wriston bien sabía que el dinero una vez que entra en la tesorería pública no puede ser monitoreado eficientemente.

Desde los años 60, Wriston había observado que el gran dinero se encontraba en el segmento llamado banca de consumo y decidió para mediados de los años 70 realizar una cuantiosa inversión en ese segmento. Para John Reed, el futuro de esa banca estaba en el plástico (tarjeta) y el teléfono. Wriston compartía que la tecnología siempre se impondría a las regulaciones y legislación entonces encargó de esa tarea a Reed quién era su alter ego o protegé.

Para finales de los años 70, el 80% de las ganancias eran generadas en el exterior siendo Brasil quién más aportaba pero ese entusiasmo empezó a desvanecerse cuando se tomó nota que nuevos préstamos se utilizaban para pagar intereses mientras que los funcionarios de riesgo país empezaban a afirmar que no había manera que los deudores del tercer mundo pudiesen pagar sus deudas.

La forma en que se manejó el primer shock petrolero (reciclaje) dió confianza a los bancos cuando se presentó el segundo shock petrolero en 1979.Sin embargo, aunque este nuevo golpe -en términos absolutos – no fue tan severo como el primero, sus efectos sí fueron muchos peores.

Para Wriston, los países no desaparecen, ni repudian sus deudas. Citibank tenía una unidad de riesgo para advertir riesgos o problemas tempranamente.

Empero otro acontecimiento de gran magnitud sucedió cuando en 1979 la inflación en Estados Unidos alcanzó el 14% en Julio de ese año. Jimmy Carter presidente en ejercicio, pensó inicialmente que debía buscar otro Secretario del Tesoro pero el problema estaba en la Reserva Federal nominando a Paul Volcker quién hizo algo revolucionario para un Banco Central : anunciar que conduciría la política monetaria controlando el suministro de dinero en lugar del costo del dinero. Volcker paralizó la creación de dinero por seis meses y logró poner bajo control la inflación.

Casi inmediatamente, los grandes bancos americanos tuvieron que lidiar con otro evento de grandes proporciones: la caída del Shah de Irán.

El Citibank en los nueve meses previos a esa caída había bajado su riesgo crediticio de US$ 400 millones a US$ 200 millones ; no obstante, el 4 de noviembre 1979 los fanáticos del Ayatolah tomaron la embajada americana en Teherán secuestrando a 60 funcionarios pero cometieron el error de realizar este acto sin haber procedido a retirar los fondos que poseían en bancos americanos. En apariencia esto sucedió porque en los primeros días de la revolución no estaban organizados por lo que no se sabía quién estaba a cargo de cada área de trabajo.

Irán adeudaba US$ 2.600 millones a bancos americanos entonces el Citibank planteó inmediatamente la necesidad de compensar los depósitos con los créditos y para eso se buscó hasta encontrarlo un fundamento legal que le permitiera realizar esa compensación.

En fecha 12 de noviembre 1979 los EU dictó un boicot a las importaciones de petróleo provenientes Irán en tanto que el 14 de noviembre Irán ordenó transferir US$ 12.000 millones en depósitos que poseía en las entidades bancarias norteamericanas hacia Europa lo que obligó al gobierno norteamericano a ordenar el congelamiento de los activos de Irán en las citadas entidades.

El Citibank poseía US$ 700 millones en depósitos de Irán y US$ 200 millones en préstamos por lo que procedió a compensar luego de superar muchas dudas. Inmediatamente, los otros bancos particularmente el Chase Manhattan copiaron la acción del Citi.

Pero, como señalado más arriba, una nueva crisis de deuda se venía encima. Para 1981, los países del tercer mundo se endeudaban más y más a corto plazo; los banqueros pensaban que así minimizaban el riesgo pero estaban equivocados. Brasil había utilizado el dinero prestado mejor que México e infinitamente mejor que Argentina pero nadie había puesto la mira en la fuga de capitales hasta 1983.

La crisis de la deuda internacional empezó oficialmente cuando el ministro de finanzas de México advirtió al Secretario del Tesoro de Ronald Reagan, Don Regan que México no podía seguir pagando sus obligaciones por lo que requería una renovación ( refinanciar) de la deuda, eufemismo para evitar la palabra rescate. Las cosas empeoraron más cuando el presidente López Portillo nacionalizó los bancos privados, sin embargo Wriston siempre sostuvo que los países no quiebran y logró imponer su visión al punto que en 1982 se convirtió en el primer banquero en ganar más de US$ 1.000.000 al año.

La deuda alcanzó a ser refinanciada con dinero fresco adicional y la contribución del Fondo Monetario Internacional, no obstante esos años se conocen como “la década perdida” para los países involucrados pues no fue posible atender el crecimiento deseado. Años después se reconoció que el error fundamental fue que se financió mucho con deuda y muy poco con capital .

Finalmente en 1984 se planteó el tema de la sucesión de W. Wriston que llegaba a los 65 años, edad tope para los ejecutivos del banco. Se presentaron seis candidatos a la presidencia, estando Wriston inclinado por John Reed por su juventud, visión, y probada carrera en construir un negocio como la banca de consumo (gerenciada por Reed) que ya empezaba a mostrar un buen nivel de utilidades. Reed se convirtió en presidente hasta abril año 2000.

Walter Wriston se retiró en 1984 dejando su último año fiscal (1983) con un formidable rendimiento de 16% sobre el capital invertido, pero su más grande legado fue convertir el Citibank en el único verdadero banco global de la historia.

 

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