La economía argentina creció menos de lo que se esperaba en marzo, mientras el país se preparaba para un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional.
La actividad económica aumentó un 5,6% frente al mismo mes del año anterior, por debajo de la mediana de las estimaciones del 6,5%, según datos oficiales publicados el miércoles. La actividad cayó un 1,8% mensual, tras aumentar un 0,8% en febrero.
En marzo, la volatilidad de los mercados disparó la inflación mensual de Argentina al 3,7%, ante la expectativa de que el nuevo programa del FMI traería consigo una devaluación del peso del 10%. Pero eso no ocurrió, y, en cambio, tal como insistía el gobierno, el peso se ha fortalecido dentro de las bandas establecidas. La inflación mensual se desaceleró al 2,8% en abril.
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La segunda economía más grande de Sudamérica ha mostrado signos constantes de impulso tras dos trimestres de contracción agravada por las políticas de austeridad de Milei en la primera mitad de 2024. Entre octubre y diciembre, las exportaciones, el gasto público y el gasto de los consumidores, así como los gastos de capital, impulsaron un crecimiento intertrimestral superior al esperado.
El FMI otorgó a Argentina un paquete de financiación de US$20.000 millones el 11 de abril, con un desembolso inicial de US$12.000 millones que le permitió al país levantar las restricciones de capital y relajar los controles cambiarios, los principales obstáculos para el crecimiento sostenido del país.
Con información de Bloomberg.