Informe sobre pobreza del Banco Mundial destaca desigualdades persistentes en Colombia

Banco Mundial
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Colombia ha logrado avances significativos en la reducción de la pobreza, incluso después del impacto de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, persisten profundas desigualdades en el acceso a oportunidades entre distintos grupos sociales y regiones del país, revela un documento elaborado por el Banco Mundial.

El informe “Trayectorias: Prosperidad y reducción de la pobreza en el territorio colombiano” destaca que el lugar y las condiciones de nacimiento en Colombia pueden determinar en gran medida el futuro de una persona, evidenciando la necesidad de abordar estas desigualdades para lograr un crecimiento inclusivo y sostenible.

Estas brechas se deben, en gran medida, a la desigual capacidad histórica del Estado para prestar servicios públicos de calidad en los distintos departamentos y municipios. Lo que se traduce en menores oportunidades para muchas personas de acumular activos esenciales como educación, salud, tierras y vivienda, especialmente en departamentos como La Guajira, Vaupés, Amazonas, Nariño y Guainía, afectando desproporcionadamente a grupos vulnerables, como los pueblos indígenas.

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Menores oportunidades

El acceso limitado a estos activos con frecuencia lleva a menores oportunidades económicas, empleos de baja calidad y una movilidad social reducida. Al menos 30% de la desigualdad de ingresos laborales está determinada por circunstancias al nacer, con una fuerte relación entre el bienestar de los individuos y el de sus padres, se lee en una nota publicada por el Banco Mundial.

El informe presenta datos municipales detallados en áreas como la evolución de la pobreza monetaria, la mortalidad evitable en el área de salud y la conectividad de los municipios con los centros económicos. En Colombia, más de 16 millones de personas viven en pobreza. En departamentos como La Guajira y el Chocó, dos de cada tres personas están en situación de pobreza, en comparación con una de cada tres en Boyacá y una proporción aún menor en Cundinamarca.

Los departamentos con mayores índices de pobreza tienen una menor proporción de empleo formal. La pobreza de aprendizaje, que afecta a niños de 10 años que no pueden leer y comprender un texto simple, supera el 95% en algunos municipios de Guainía y Amazonas. Además, más del 85% de las muertes infantiles serían evitables con atención adecuada en ciertos municipios.

Las amplias distancias y la falta de infraestructura de transporte y conectividad limitan aún más el acceso para ciertas zonas del país. El 21% de los municipios, que albergan aproximadamente a 4 millones de personas, tienen una accesibilidad baja a los centros económicos o están aislados de las oportunidades que éstos pueden ofrecer.

Estrategias para cerrar brechas

El informe destaca que, para para aumentar ingresos y oportunidades económicas es crucial invertir en activos y en el acceso a servicios de calidad, como educación, salud, formalización de la tierra, acceso a recursos financieros, así como mejorar la conectividad física y digital. Esto, sobre todo en lugares más rezagados y con mayor población en pobreza, para fortalecer así su capacidad de prosperar.

Además, se requiere fortalecer las instituciones en todos los niveles de gobierno, mejorando la capacidad técnica y fiscal de los gobiernos subnacionales y fomentando la coordinación para lograr economías de escala en la prestación de servicios.

Finalmente, para su mayor efectividad, el diseño de políticas debe considerar la diversidad de necesidades y capacidades en todo el territorio, la importancia de la coordinación entre actores relevantes y ofrecer un paquete integrado de servicios para abordar diversas barreras a la reducción de la pobreza.

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