La deuda pública de España bajó considerablemente en 2022 para situarse en 113,1% del PIB, una caída mayor de lo esperado por el gobierno, que incurrió en numerosos gastos para sostener el poder adquisitivo, informó el viernes el Banco de España.
La deuda del conjunto de las administraciones públicas españolas «ascendió a 1.503 miles de millones (mm) de euros en diciembre de 2022», informó el banco central en un comunicado.
En valores absolutos, la deuda se incrementó 5,3% en términos interanuales, pero con relación al Producto Interior Bruto (PIB) cayó más de un 5%, pasando de 118,3% en 2021 a 113,1% en 2022.
La reducción se explica por el alto crecimiento económico, un 5,5% en España el año pasado, en contraste con un 3,2% en el conjunto de la zona euro, lo que permitió aumentar los ingresos fiscales.
El Estado también aumentó sus ingresos gracias a la inflación, teniendo en cuenta que una parte importante de ellos procede del impuesto al consumo que es el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Ello permitió compensar los gastos destinados a paliar el aumento del costo de la vida, como los descuentos en la compra de carburantes o el incremento de las pensiones.
El presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, prometió ahondar en la reducción de la deuda pública, hasta 112,4% a finales de 2023; 110,9% en 2024 y 109,7% en 2025.