Domingo Álvarez: nunca imaginé que los dueños de equipos tuvieran la generosidad de poner mi nombre en el campeonato de la LVBP

La temporada 2022-2023 de la Liga Venezolana de Béisbol (LVBP) se juega en honor a Domingo Álvarez, destacado periodista, con énfasis en el béisbol, hombre de pelota por los cuatro costados, que además, por 28 años ejerció una fructífera labor para el circuito.

Por Juan Carlos Pérez M./Finanzas Digital

Su huella en el Béisbol Profesional Venezolano es perpetua y conversó con Finanzas Digital para analizar su desarrollo profesional, el panorama deportivo y la evolución de la pelota criolla.

Una visión inicial

Desde su infancia, Álvarez estuvo relacionado con el béisbol porque el ambiente que le rodeaba lo conectó con el mismo. “En principio para mí fue una simple diversión y al comprenderlo, lo asimilé como un deporte organizado que le gusta a la gente y tiene su secreto en su normativa, lo vi como un deporte de mucha responsabilidad y lo fui llevando como fanático hasta crecer y posteriormente, me di cuenta que no podía jugar porque no tenía las condiciones requeridas”, explica.

Con el transcurrir de los años, Álvarez comenzó a informarse en la radio sobre el béisbol y se enteró de la existencia de una liga que organizaba este deporte. “Hay una diferencia entre lo que es el béisbol y la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), este último se convirtió en el ente más importante porque hubo varias ligas y organizaciones deportivas”, indica.

Explica Álvarez que en los inicios de la LVBP “el medio más importante para enterarse del béisbol era la radio”, y esta se denominaba Liga Central, “porque estaba registrada y tenía ese nombre para diferenciarse de la Liga Occidental con sede en Maracaibo, estado Zulia”.

Evolución del periodismo deportivo

A juicio de Álvarez, en Venezuela el periodismo deportivo se desarrolló a través de lo que fue la afición por el béisbol, dado que existían pocos periodistas que no se especializaban en este deporte, sino que abarcaban todas las disciplinas. Según el historiador Javier González, en 1895 un periódico de Caracas publicó una nota sobre béisbol en la sección de ajedrez, por lo que se infiere que los periodistas no estaban organizados en la cobertura deportiva.

El desarrollo del periodismo deportivo en Venezuela fue ascendente y comenzaron a surgir profesionales especializados en béisbol que le ofrecían cobertura al considerarlo un deporte de masas.

“Lo que se practicaba en Venezuela era el toreo y el hipismo, pero el béisbol desplazó a ambos en cuanto a movimiento de masas alrededor del mismo, lo que permitió la aparición de la especialización en periodismo deportivo”, destaca.

Cuando estudió periodismo, Álvarez quería escribir sobre béisbol y en su tránsito por las redacciones de El Impulso y El Nacional, se percató que no podía trabajar este deporte porque había varios periodistas que se encargaban del mismo, y en sus inicios se dedicó a la cobertura del béisbol aficionado en nuestro país que, a su juicio, permitió enriquecer al nivel profesional de este deporte.

Trayectoria profesional

En 1974, Domingo Álvarez obtuvo el título de Licenciado en Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela, en lo que fue la primera promoción de comunicadores sociales del país, tras una amplia renovación académica.

En su inicio profesional decidió trasladarse a la ciudad de Barquisimeto, estado Lara, para laborar en el diario El Impulso, en donde completó su formación y se dedicó a escribir sobre el béisbol aficionado en Venezuela.

Explica Álvarez que al iniciar sus labores escribía para una página de fútbol infantil en dicho periódico, lo que considera como un valioso apoyo a este deporte.

Añade que trabajó en la radio, pese a no disponer de una formación previa, medio al cual incursionó como comentarista de los juegos de Cardenales de Lara. Años más tarde, se trasladó hacia Caracas donde formó parte por cuatro años del diario El Nacional donde escribía sobre fútbol, baloncesto, y en el caso de béisbol, solo cubría este deporte al no disponer de personal encargado en ese diario.

En cuanto a su experiencia profesional en la televisión, Álvarez inició en Radio Caracas Televisión, medio en donde se desempeñó con el fútbol y boxeo y posteriormente, se trasladó hacia la CVTV, actualmente Venezolana de Televisión (VTV). “En el canal ocho sí tuve una actividad un poco más larga de unos seis años hasta que pasé al primer canal de televisión por cable en Venezuela que fue Omnivisión”, precisa este comunicador, quien alcanzó una trayectoria de 20 años en la televisión venezolana.

 

El fanático venezolano

Con respecto al tipo de fanáticos del béisbol en Venezuela, Álvarez considera que existen tres estilos: especializado, conocedor del deporte y el fanático extremo, que de acuerdo a su experiencia, es el que abarca la mayoría de seguidores de esta deporte en nuestro país.

“Entre todos esos fanáticos hay un detalle que afecta a los tres grupos, que es que si el equipo de su preferencia está perdiendo deja de asistir a los estadios”, precisa, y en ese sentido, considera que es una constante en el fanático venezolano.

Destaca además que muchos seguidores de la pelota criolla retiran su apoyo a grandes figuras de este deporte al llegar a su etapa de declive, pese a haber aportado importantes logros y victorias a su club. “El fanático venezolano, en su gran mayoría, no admite esas situaciones”, resalta.

 

Arbitraje nacional

Domingo Álvarez fue gerente general de la LVBP por 28 años y tras varias reuniones con directivos del circuito, logró comprender que el principal problema de la misma es el arbitraje.

“Al comenzar supe que los árbitros eran muy voluntariosos que querían ese oficio de arbitrar en el béisbol, pero la mayoría eran señores que para completar sus ingresos eran árbitros y esperaban la temporada de octubre a enero para mejorar su situación económica”, explica.

En ese sentido, comenta que no existía una profesionalización de esta labor y que a los trabajadores se les permitiera la dedicación exclusiva del arbitraje. “Actualmente tenemos a varios árbitros venezolanos en Grandes Ligas como Manuel González, Carlos Torres y Edwin Moscoso, pero no hay tantos como deberían haber en esta labor debido a la barrera del idioma”, señala.

 

Valoración emocional

Al referirse acerca de la designación de la presente temporada de la LVBP con su nombre, Álvarez comentó que no ha logrado tener un criterio uniforme de lo que significa esta distinción. “Nunca me podía imaginar que los dueños de los equipos tuvieran la generosidad de poner mi nombre en el campeonato y la reacción fue emocional, estoy muy agradecido por este nombramiento”, destacó.