Economía y una cátedra de Regulación para Venezuela

Enrique González PorrasEnrique González.- Para entender la economía venezolana, justamente se requiere unos conocimientos mínimos de economía. En muchos países de la región, la profesión del economista goza de enorme prestigio y el tema económico acapara titulares de prensa todos los días sin que sufran la enorme y sostenida crisis económica que ha transitado Venezuela.

Gran parte de los causantes de nuestra crisis radica en la poca comprensión de la economía y la escasa aplicación de expertise en el diseño de políticas públicas y regulatorias.

Por ejemplo, actualmente se anuncian nuevas acciones por parte de la SUNDDE, así como unos eventuales “precios acordados” entre el ejecutivo nacional y los productores y oferentes de bienes de consumo masivo perecederos.

Sin entrar en el detalle de la caracterización de sector alguno, que no es un tema menor, por el contrario, queremos plantear un par de reflexiones generales, sin dejar de asomar por adelantado la necesidad de crear una “cátedra” de regulación económica en Venezuela donde representantes de instancias y organizaciones por ejemplo las instituciones públicas y regulatorias, así como la academia y practitioners expongan casualmente su comprensión de la economía y del diseño de las políticas públicas y regulatorias.

Las dos reflexiones o ideas básicas que queremos asomar -con el perdón de los conocedores de la materia- y de las cuales se desprenden numerosas aristas que la comunidad de la economía y hacedores de políticas en Venezuela pueden y deberían profundizar son: (i) el valor del precio de mercado como señalizador social; (ii) la justificación de una regulación económica.

El sistema de precios, en mercados potencialmente competitivos, constituye uno del tipo descentralizado eficiente para señalizar las preferencias sociales, así como hacia dónde deberían orientarse los recursos, siempre escasos.

Adicionalmente, lo anterior implica que, en este tipo de mercados, el precio producto del equilibrio entre la oferta y la demanda, resulta el socialmente deseable porque maximiza el Bienestar Social (Definido este último término como la sumatoria del Excedente de los Consumidores -la diferencia entre la disponibilidad a pagar por los consumidores y lo que efectivamente terminan pagando vía precio de equilibrio- y el Beneficio de las empresas).

Para explicar las fuertes aseveraciones realizadas supongamos una curva de oferta y una de demanda:

Qs = p

Qd = a – p

Donde: Qs es la curva de oferta, Qd es la curva de demanda y p representa el precio.

El precio de equilibro es el que “vacía al mercado”, es decir que hace que las cantidades ofrecidas y demandas sean idénticas -ergo, que no exista ni desperdicio ni escasez-. Este nivel de precios es Pc = a/2 con unas cantidades de equilibrio de Qc=a/2.

El Bienestar Social en este caso es igual al área debajo de la curva de demanda y por encima de la curva de oferta -acotada en el primer cuadrante-. Esta área es igual a la sumatoria de los dos triángulos azules de la siguiente gráfica.

Artículo Economía y una cátedra de Regulación para Venezuela 1

El valor de dicha área o del Bienestar Social, BS, del mercado competitivo en equilibrio es igual: BS = (a/2)*(a/2)*1/2 + (a/2)*(a/2)*1/2 = (a/2)^2

Ahora supongamos que un gobierno desea aplicar una regulación de precios, argumentando que desea proteger el derecho de las personas al acceso a bienes y servicios. Así las cosas, el gobierno asoma fijar un precio por debajo del precio que, de forma descentralizada, se determinaría libremente entre la oferta y la demanda. En específico, supongamos que fija un precio regulado, Pr=c como se muestra en la siguiente representación gráfica.

Nótese que el precio regulado, Pr que es igual a c, posee un nivel inferior al precio de equilibrio del mercado Pc que era igual a (a/2).

Ahora si calculamos el área que representa el Bienestar Social del mercado regulado, BSr, esta correspondería al área en color rojo. Dicha área tiene un valor igual a:

BSr = [(a-c)-c]*c +[(a –(a-c))/2]*c + (c^2)/2 = a*c + c^2

Artículo Economía y una cátedra de Regulación para Venezuela 2

Supongamos que el regulador se pregunta, más allá de la idea de regular el precio, cuál podría ser el precio regulado Pr o más precisamente cuál debería ser el valor de c, como para que la sociedad maximice el Bienestar Social. Lo anterior pasa por responder cuál es el nivel de precio que maximiza el área anteriormente definida.

Dicho Regulador Benevolente como se le conoce en la economía y la teoría de la regulación económica, básicamente se plantea el siguiente problema teniendo como variable de decisión, la determinación del valor de c o el precio regulado: Maximizar (a*c + c^2)

Derivando parcialmente respecto a la variable c, la condición de primer orden resulta: (a -2*c) = 0

Despejando se tiene que el valor de c que maximiza el bienestar social es igual a un nivel de precio de (a/2).

La moraleja del presente ejercicio es que incluso en el caso poco creíble que el regulador benevolente cuenta con la información precisa de las curvas agregadas de oferta y de demanda, ambas formadas por numerosos oferentes y demandantes, solo podrá replicar el equilibrio del mercado, en el mejor de los casos.

La segunda reflexión que no detallaremos en el presente artículo radica en que siendo que la mayoría de los mercados son potencialmente competitivos y que el regulador es imperfecto por naturaleza -existen asimetrías de información-, regular no debería constituir una acción por defecto.

 

@enriquergp

 


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