Eficiencia o nada

Daniel LahoudDaniel Lahoud.- La última asamblea de FEDECAMARAS fue la peor, la primera que hicieron en 1944, daba pena cuando los empresarios alababan los controles económicos que imponía el Gobierno de Isaías Medina Angarita. Pero esta fue fatal, si vergonzoso es que un empresario acepte la regulación, humillante es que solicite la protección, y eso fue lo que hicieron.

Ahora ¿para qué? La FEDECAMARAS de hoy no tiene empresas importantes que produzcan bienes ensamblados o productos que requieren el beneficio de la protección. A menos que sean de nuevo los alimentos y ahí se están metiendo directamente con el bolsillo de los venezolanos y al mismo tiempo, con la popularidad que puede tener el gobierno.

El gobierno tiene dos problemas muy serios por delante, que no logra descifrar, su obsesión por el precio del dólar y la situación que ha generado las sanciones que los gobiernos de Europa y Estados Unidos han aplicado a algunos personas y entidades del gobierno (BCV fundamentalmente) La pésima asesoría, les hace creer que el precio del dólar es quien causa la subida de precios, y resulta que el precio del dólar es un precio más, como el de la harina de maíz o la carne. Cada anuncio de un bolívar fuerte, soberano y ahora digital que se pague en bonos y otros conceptos, alimenta el crecimiento de los precios y entre ellos el del dólar.

Ahora, el gobierno en la búsqueda de complacer al “sector privado” para que se le vea colaborador y que le quiten las sanciones, quiere quitarle la exoneración de impuestos de aduana a 597 códigos arancelarios, y está a punto de echar por la borda la única medida buena que han hecho en 22 años de chavismo.

Para la gente común, esta medida es irrelevante, incluso personas interesadas pueden decirle, es que se está defendiendo la producción nacional y nada es más falso que eso. Venezuela siempre ha tenido precios altos, y los economistas lo han atribuido a una “sobrevaluación monetaria” que por supuesto es producto de la relación entre el índice de precios venezolano y el de los otros países (Colombia, Estados Unidos, Europa) quienes son nuestros “socios” comerciales. Pero, así como nadie ve los aranceles, todos quieren arreglar la sobrevaluación por el lado equivocado.

De hecho, en 1946, el gobierno de Betancourt bajó algunos aranceles y eso mejoró la relación de precios, pero duró poco, porque los empresarios pidieron reposición de los aranceles y el gobierno cedió. En 1989 con el “paquete de Pérez” también se redujeron algunos renglones del arancel, incluso se eliminaron los controles fitosanitarios que encarecían aún más los productos alimenticios, ahí el gobierno fue bastante “duro” más por terquedad, que por conocimiento y al sustituir a Pérez, en el gobierno de transición de Velázquez se repusieron los controles y elevaron los aranceles. En aquel entonces la gente ingenua aplaudió que le subieran el precio de los alimentos y hasta las exoneraciones y el resultado cruel es que tuvimos de nuevo precios altos.

Señores del gobierno, los empresarios que están más cerca de los consumidores, son los comerciantes, saben que precios altos no son ganancia y los márgenes no tienen nunca comparación con los volúmenes, y la eficiencia se muestra ahí, en volúmenes que solo son posibles con bajos precios. Bajos precios mantienen a la clientela contenta y la clientela es la que vota, la que camina por las calles de las ciudades y los pueblos, los precios altos benefician solo a una pequeña camarilla, que no aporta ni apoya al desarrollo nacional. Piensen que su medida pesa bastante en el bolsillo de la gente que camina por las calles.

Empresarios, si ustedes no saben enfrentar su mercado sin proteccionismo cambien de ramo, porque eso lo único que significa es que su modelo de negocios no sirve, ni aporta al proceso productivo del país, la gente de las calles no tiene que pagar el costo de la ineficiencia de ustedes, para que al final no cambien, porque eso es lo que han hecho a lo largo de décadas.

 

@daniellahoud

 

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