El repunte petrolero: Un respiro para Venezuela

La geopolítica del petrodólar: ¿Un giro inesperado de Trump?

 

Alex VallenillaAlex Vallenilla.- En los últimos tres años, el precio del petróleo no se había disparado al alza, como ocurrió el pasado viernes 13 de junio de este año, cuando el WTI saltó +7,26%, alcanzó un máximo de $77,62 y cerró en $72,98. Los ataques de Israel a Irán trajeron de nuevo la volatilidad y en los mercados bursátiles el índice VIX volvió a superar los 20 puntos, encendiendo algunas alarmas.

La arremetida del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con la guerra de aranceles, produjo una caída desde los 80 dólares hasta tocar mínimos de 55 dólares, entre enero y mayo de 2025. La razón era la especulación de que los aranceles traerían consigo una recesión mundial. Pero al mismo tiempo, y de manera completamente contradictoria, la OPEP+ está aumentando el volumen de producción petrolera. En la OPEP+ se involucra Rusia.

En los reportes semanales que hace Baker Hughes Company, el conteo de plataformas activas de perforación de petróleo en Estados Unidos, continúa su declive. En las últimas tres semanas hubo un nuevo desplome, al caer desde 483 a 439 plataformas. La razón es que los productores petroleros norteamericanos necesitan un barril de petróleo sobre los 60 dólares para ser rentables. De lo contrario, aquella frase de Trump, “perforar, perforar, perforar”, para aumentar el volumen de producción petrolera, no tiene sentido.

 

Otro conflicto en el Medio Oriente

Para el gobierno norteamericano, el precio del petróleo debería estar en una banda entre 60 dólares y 80 dólares. De modo que no sea más bajo y evitar que la producción norteamericana merme, pero que tampoco sea más alto y exacerbar la inflación. Esto último tendría como consecuencias que la Reserva Federal deba mantener las tasas de interés altas y esto conlleva que el dólar se fortalezca, echando por tierra los planes de atraer empresas de manufactura a Estados Unidos, según las intenciones de Trump, en su visión MAGA.

Debido a los aranceles, una vez que el petróleo perdió el soporte de 67 dólares, amenazaba con irse a 44 dólares, lo que sería fatal para los productores norteamericanos.

Los recientes eventos entre Israel e Irán se producen en medio de situaciones que son claras. El aumento del bombeo por la OPEP+ satisface a la Casa Blanca, en lo que pareciera ser un oscuro acuerdo con el Kremlin. Un alto volumen petrolero garantiza precios bajos y con esto ayuda a que la inflación de Estados Unidos no experimente repuntes por la vía energética. Pero la inflación está hasta ahora bajo control, aunque no alcance la meta de 2% de la Reserva Federal. Así que el aumento del bombeo debería generar como expectativas un precio más bajo. Pero estalla un nuevo conflicto en el Medio Oriente que hace subir el precio.

Washington hace esfuerzos por parar el programa nuclear de Irán, pero detrás del telón, los persas son proveedores de petróleo de China, que ahora también saca ventaja del crudo venezolano tras el giro con las licencias petroleras de Chevron y otras compañías. Mientras Arabia Saudita y la OPEP+ están aumentando el bombeo, Israel amenaza con destruir instalaciones petroleras iraníes. La respuesta de Irán es la de bloquear el estrecho de Ormuz y también amenaza a los aliados de Estados Unidos que producen petróleo. A pesar de ello, este evento bélico está focalizado y las instalaciones petroleras no están siendo atacadas, por ahora.

 

Quienes se benefician

En principio, la reacción en el mercado petrolero fue tal vez algo exagerada, pero la calma regresó y los niveles de volatilidad descendieron un poco. Sin embargo, una recuperación del precio beneficia no solamente a los productores norteamericanos, sino a la producción petrolera venezolana. El aumento del precio impacta en la deuda de Venezuela con China. En el trato, si el precio sube, Pdvsa entrega menos barriles como forma de pago, todo lo contrario, si el precio baja. Un precio más alto beneficia los ingresos de Venezuela, en medio de las preocupaciones surgidas respecto al cambio de política con las licencias petroleras. Aun así, las compañías de servicios petroleros están siendo sustituidas por empresas chinas y una argentina.

Por un momento, Trump no actúa como MAGA, sino como un neo conservador. La desestabilización del Medio Oriente tiene como objetivo principal mantener el petrodólar. Además, coinciden los precios bajos del crudo, para que surja otro conflicto, quizá convenientemente. Hay que recordar que Estados Unidos provee protección militar a Arabia Saudita, a cambio de que los árabes vendan el petróleo en dólares, lo que hizo de esa moneda la de mayor circulación en el mundo. Pero para mantener ese esquema, Washington siempre se apoyó en la producción petrolera venezolana, que ahora beneficia a China, según recientes reportes. Es decir, esta nueva crisis, y si el precio del petróleo se mantiene arriba, genera nuevos incentivos en la producción petrolera venezolana.

 

@alexvallenilla

 


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