Es vital aumentar la producción petrolera

José Grasso VecchioJosé Grasso Vecchio.- Durante el primer trimestre de 2023 la producción petrolera de Venezuela se situó en 731.000 barriles diarios, lo que significó un aumento de 15.000 barriles diarios respecto al cierre de 2022 cuando la extracción de crudos totalizó 716.000 barriles diarios.

La tendencia al aumento de la producción petrolera ha sido notable a partir de 2021, luego de haber tocado fondo, como resultado de la pandemia de Covid19.

Al observar en detalle el comportamiento de la producción petrolera en los tres primeros meses de 2023 se destaca que el mejor resultado se observó en marzo cuando la producción alcanzó a 754.000 barriles diarios, influido claramente por el aporte de Chevron, que según información extraoficial pasó de producir 50.000 barriles por día en diciembre de 2022 a 120.000 barriles diarios en marzo de 2023. No tengo duda, que avanzando en un mejor clima de inversión y un levantamiento de las sanciones va a contribuir rápidamente a subir la producción de Venezuela.

La gran ventaja de la mayor producción petrolera por parte de Chevron es que sus exportaciones se venden a precios de mercado y además no están sujetas a elevados costos de los fletes, a diferencia de los crudos que se negocian en el mercado asiático.

El comportamiento de la producción está ocurriendo en un contexto en el cual a partir del 9 de junio de 2022, los precios del petróleo pasaron de un máximo de US$ 122 por barril ese día hasta US$ 76 por barril al 31 de marzo de 2023, situación que llevó a algunos países como Arabia Saudita, Catar, Rusia, entre otros productores, a la acertada decisión de disminuir la extracción de crudos en más de un millón de barriles diarios a partir de abril de 2023, con el objeto de apuntalar los precios, lo que efectivamente ha venido sucediendo. La decisión de reducir la extracción de crudos era y es la correcta en éste entorno. Sin embargo, la ralentización de la economía global le podría colocar un freno a una mayor alza de los precios.

Para Venezuela un precio promedio alrededor de US$ 80 por barril para el West Texas Intermediate implica una cotización razonable que haría rentable el negocio petrolero siempre y cuando las exportaciones no se vendan con descuentos significativos, debido al entorno que generan las sanciones.

Aumentar la producción de petróleo de forma sostenida se torna imperativo tanto por razones estrictamente fiscales  y de generación de divisas como para darle oxígeno a la actividad económica que rápidamente responde al mayor nivel de producción de hidrocarburos y hacer posible una mayor participación privada en las empresas mixtas, ello acompañado de una flexibilización y eliminación de las sanciones. De lograr avanzar en estos últimos puntos, sin duda se concretaría una mayor inversión extranjera en el sector de hidrocarburos que apuntalaría las necesarias inversiones. También de seguro hay un gran interés en participar en otros sectores.

En definitiva, en un país petrolero es normal que  la industria petrolera   en gran medida financie el crecimiento de la economía. Los tiempos han cambiado pero el petróleo es y seguirá siendo el motor de arranque de la economía venezolana. No obstante, sostener el crecimiento significa hacer muchas más cosas más allá del petróleo, como por ejemplo crear capacidades en otros sectores donde hay ventajas claras como son algunas manufacturas intensivas en energía y el sector agroalimentario entre muchos otros. La diversificación de la economía sigue siendo un gran reto.

 

@josegrasso

 



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