El papel estratégico del estrecho de Ormuz en el comercio del crudo

Buque petrolero 03 Chevron Estrecho de Ormuz

La escalada de tensión entre Israel e Irán ha puesto nuevamente en el foco de los mercados la seguridad del estrecho de Ormuz, una de las rutas marítimas más estratégicas para el comercio energético global. Este paso, de solo 53,7 km en su punto más estrecho, canaliza casi un tercio del petróleo mundial transportado por mar, así como una quinta parte del gas natural licuado (GNL).

La Administración de Información Energética de EE.UU. (EIA) lo califica como “el punto de estrangulamiento petrolero más importante del mundo”, lo que subraya su peso en la estabilidad de los mercados. Analistas e inversores estudian las consecuencias de un posible cierre, un escenario que ha cobrado fuerza tras las amenazas de Irán en respuesta a los ataques israelíes.

Un punto estratégico para el flujo de energía global

Según datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), en 2023 transitaron por Ormuz unos 20 millones de barriles diarios (mb/d) de crudo y productos refinados, equivalentes al 30% del comercio mundial de petróleo. Asia es el mayor receptor de este suministro, con China, India y Japón entre los principales compradores.

Las alternativas terrestres son limitadas. Solo 4,2 mb/d pueden desviarse a través de oleoductos de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, lo que equivale a apenas una cuarta parte del volumen habitual de Ormuz. En su último informe, la AIE advierte que “una crisis prolongada en el estrecho no solo afectaría a los principales productores del Golfo, sino que haría inaccesible la mayor parte de la capacidad de producción mundial excedentaria”.

También puede leer: La crisis entre Irán e Israel agita el mercado petrolero

El riesgo sobre el mercado del GNL

El impacto no se limitaría al crudo. Las exportaciones de GNL de Qatar, el segundo mayor proveedor mundial, dependen exclusivamente de Ormuz, al igual que los envíos desde Emiratos Árabes Unidos. En los primeros diez meses de 2023, unos 90.000 millones de metros cúbicos (bcm) de GNL transitaron por el estrecho, lo que representa el 20% del comercio global.

Sin rutas terrestres alternativas viables, cualquier interrupción afectaría el suministro global y aumentaría la competencia entre Asia y Europa por el gas, particularmente en un mercado ya ajustado.

La AIE advierte que incluso una interrupción breve en Ormuz podría generar efectos significativos en los precios y la estabilidad energética global, lo que mantiene a los inversores atentos al desarrollo del conflicto.

Con información de Euronews