Alemania presiona a la Unión Europea a extender plazo para imponer vehículos eléctricos

Gasolina
Foto: Pixabay

La Comisión Europea y Alemania anunciaron haber llegado a un acuerdo para desbloquear un texto clave del plan climático europeo sobre las emisiones de CO2, gracias a la flexibilización del veto de motores térmicos a partir de 2035.

Alemania sorprendió a sus socios europeos a principios de marzo al bloquear en el último momento un texto que preveía reducir a cero las emisiones de CO2 de los vehículos nuevos.

Dicho texto, aprobado incluso por la Eurocámara en febrero, imponía así de facto una motorización 100% eléctrica para los automóviles nuevos vendidos a partir de 2035 en el bloque.

Para justificar este giro, Berlín reclamó a la Comisión una propuesta para abrir el camino a los vehículos que funcionan con carburantes sintéticos.

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Esa tecnología, aún en desarrollo, consistiría en producir combustible a partir del CO2 de actividades industriales utilizando electricidad baja en carbono.

El sistema, defendido por algunos fabricantes alemanes e italianos, permitirá prolongar el uso de motores de combustión después de 2035.

Estas últimas semanas, la Comisión ha negociado con Alemania para salir del bloqueo.

«Hemos llegado a un acuerdo con Alemania sobre el uso futuro de los carburantes sintéticos en los autos», anunció este sábado el comisario europeo para el Medio Ambiente, Frans Timmermans, en Twitter.

«Vamos a trabajar a partir de ahora para lograr que se adopte el reglamento de estándares de CO2 para automóviles lo antes posible», añadió.

Por su parte, el ministro alemán de Transportes, Volker Wissing, precisó que «los vehículos equipados con un motor de combustión podrán ser registrados después de 2035 si utilizan exclusivamente carburantes neutros en términos de emisiones de CO2».

La presidencia sueca de la UE indicó poco después que el reglamento sobre las emisiones de CO2 de los coches sería sometido a los embajadores de los 27 países del bloque el lunes en Bruselas, para que el texto sea definitivamente adoptado en una reunión de ministros de Energía el martes.

Una solución cuestionada por los ecologistas

Los combustibles sintéticos son cuestionados por organizaciones ecologistas que los consideran caros, grandes consumidores de electricidad para su producción y contaminantes, porque no eliminan las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx).

«¡Qué enfado! La Comisión cede ante Alemania», protestó la eurodiputada ecologista Karima Delli.

A su vez, el presidente de la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, el liberal Pascal Canfin, dijo que el texto no altera «la regla del 100% de autos con emisiones cero en 2035». Eso sí, advirtió que se mostrará vigilante con la neutralidad carbono de los motores térmicos que se autoricen.

Muchos expertos dudan de que esta solución pueda imponerse en el mercado ante los autos eléctricos, cuyo precio debería bajar según las previsiones en los años próximos.

Además, el sector se ha anticipado ampliamente a la normativa europea e invertido masivamente en la fabricación de vehículos eléctricos.

Y aunque los carburantes sintéticos, que aún no existen, resulten funcionar bien, «no jugarán un rol importante a medio plazo en el segmento de los vehículos particulares», declaró Markus Duesmann, presidente de Audi (perteneciente al grupo Volkswagen), al semanario alemán Spiegel.

Debido a su coste, estos carburantes solo tendrán sentido aplicados a coches de lujo «como los Porsche 911 o los Ferrari», abunda Ferdinand Dudenhöffer, experto del Center Automotive Research de Alemania, que no ve en esta modificación «un cambio importante» hacia la transición energética en la UE.

El giro de Berlín se debió a una iniciativa de los liberales del FDP, un pequeño partido que ha perdido cinco elecciones regionales consecutivas.

El FDP espera reafirmarse ante los ecologistas, presentándose como el defensor del automóvil y apostando por la hostilidad de gran parte de la población a la prohibición de los motores de combustión.

Para preservar la unidad de su coalición, el jefe del gobierno alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, prefirió alinearse con la demanda del FDP.

Fuente: AFP