Funcionaria de la Fed abre la puerta a un recorte de tasas en julio

Reserva Federal Nueva York Donald Trump
Imagen de la fachada del edificio de la Fed de Nueva York. Foto: Getty Images

La gobernadora de la Reserva Federal, Michelle Bowman, sumó el lunes su voz a los llamados para un recorte de tasas en la próxima reunión del banco central, prevista para los días 29 y 30 de julio. En un discurso desde Praga, Bowman sostuvo que las actuales presiones inflacionarias no justifican mantener una política monetaria restrictiva y subrayó que la Fed debería actuar “tan pronto como el mes próximo”.

Su mensaje se alinea con el del también gobernador Christopher Waller, quien el viernes consideró necesario anticipar una baja antes de que el mercado laboral muestre signos más claros de debilidad.

Ambas declaraciones ponen en evidencia un quiebre creciente en el seno de la Fed, donde el presidente Jerome Powell ha optado por un enfoque más cauto, al señalar que el comité necesita más datos para evaluar los efectos inflacionarios de los aranceles impuestos por la Administración de Donald Trump.

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Aranceles, críticas y señales divididas

Bowman restó importancia al impacto inflacionario de los gravámenes: “Es probable que el efecto sobre los precios sea menor y más retrasado de lo que muchos temen”, afirmó. Y añadió que una regulación menos restrictiva, combinada con recortes impositivos corporativos, podría amortiguar cualquier presión sobre los precios.

En contraste, Powell reiteró que el comité federal debe observar “cómo responde la economía durante el verano” antes de decidir un recorte. La postura prudente del presidente de la Fed ha sido blanco frecuente de ataques por parte de Trump, quien volvió a presionar públicamente para abaratar el costo del dinero, llegando a tildar a Powell de “tonto” y “necio”.

El dilema monetario

Las divisiones internas se hacen más notorias en un contexto de estabilidad inflacionaria. El índice de precios al consumidor subió apenas 0,1% entre abril y mayo, mientras que la inflación interanual se ubicó en 2,4%, apenas por encima del mes previo. El enfriamiento de los precios se produce a pesar de los aranceles que Trump impuso —10% a todas las importaciones, más tasas específicas de hasta 50% en algunos rubros—, y que muchos analistas temían generarían un repunte de la inflación.

Bowman y Waller argumentan que un movimiento preventivo ayudaría a sostener el ciclo expansivo antes de que se desacelere el empleo o el consumo. En su intervención ante CNBC, Waller destacó la situación de los graduados universitarios como una señal temprana de debilidad.

Próximos pasos

Pese a estas voces, la hoja de ruta oficial se mantiene cautelosa: siete de los 19 miembros con voto apoyaron mantener la tasa sin cambios durante el resto del año y solo dos se inclinaron por un único recorte, según las proyecciones conocidas tras la última reunión.

Así, la Fed encara el verano boreal en medio de un cruce de señales: desde la moderación de la inflación hasta la incertidumbre geopolítica y el ruido político interno. El debate no parece cerrado —ni mucho menos—, pero las presiones dentro y fuera del banco central ya empujan con fuerza hacia una decisión en julio.

Con información de Associated Press