El huracán Milton se ha vuelto a rebajar a categoría 4, pero sigue suponiendo una fuerte amenaza para la península estadounidense de Florida, en donde en torno a 5,5 millones de personas están bajo orden de evacuación, tan solo días después del devastador paso del huracán Helene, que dejo más de 200 muertos en el país.
Las autoridades han declarado a este nuevo huracán como “extremadamente peligroso” y según el reporte del Centro Nacional de Huracanes estadounidense (CNH) a las 10:00 am hora local se situaba a 340 kilómetros al suroeste de la bahía de Tampa con vientos sostenidos de 250 kilómetros por hora. Esto después de rebajarse tras alcanzar de nuevo categoría 5 en la jornada del martes.
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Se espera, sin embargo, que toque tierra con categoría 4 en la noche del miércoles o las primeras horas del jueves en una Florida que ya ha visto como buena parte de sus habitantes han huido ante los llamados de las autoridades para evacuar la zona, publicó France24.
El Sheriff del condado de Hillsborough, al que pertenece la bahía de Tampa ha advertido durante toda la mañana del miércoles que la ventana de tiempo para la evacuación segura se está acabando y que ya se sienten las primeras lluvias y vientos asociadas al huracán. Ha dado también información sobre refugios al tiempo que ha instado a la población a no poner en juego sus vidas ni las de sus seres queridos.
Gasolineras sin combustible y preparativos exhaustivos
La gran mayoría de los habitantes de Florida se han tomado en serio las fuertes advertencias de las autoridades y hay consenso en que se enfrentan a uno de los peores fenómenos que ha azotado esta zona de Estados Unidos. «Si alguien sabe algo sobre Florida, es que si no se evacua cuando se recibe la orden, es muy probable que se muera», aseguró Michael Tylenda a la agencia Reuters.
«Han tenido mucha gente aquí que se quedó en sus casas y terminó ahogándose. No vale la pena. Ya sabes, la casa se puede reemplazar. Las cosas se pueden reemplazar. Así que es mejor irse de la ciudad», añadió mientras se preparaba para huir con su hijo al que visitaba en la bahía de Tampa.
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