El interés compuesto es el proceso mediante el cual los intereses generados por una inversión o préstamo se reinvierten o suman al capital inicial, permitiendo que los intereses futuros se calculen no solo sobre el monto original, sino también sobre los intereses acumulados.

En palabras simples, es el efecto de «intereses sobre intereses». Esto significa que cuanto más tiempo permanezca tu inversión creciendo, mayor será el impacto del interés compuesto.

 

Cómo se calcula el interés compuesto

La fórmula estándar del interés compuesto es:

A = P (1 + r/n)^(n*t)

Donde:

  • A: Monto total después del tiempo.
  • P: Capital inicial.
  • r: Tasa de interés anual (en formato decimal).
  • n: Número de veces que se capitaliza el interés en un año.
  • t: Tiempo en años.

 

 

Interés simple vs. interés compuesto

La principal diferencia entre el interés simple y el interés compuesto radica en cómo se calculan los intereses:

  1. Interés simple: Solo se calcula sobre el capital inicial. Fórmula: I = P × r × t
  2. Interés compuesto: Los intereses se calculan sobre el capital inicial y los intereses acumulados.

 

Ventajas del interés compuesto

  1. Crecimiento exponencial: A medida que los intereses se reinvierten, el capital crece de forma acelerada.
  2. Ideal para el largo plazo: Cuanto más tiempo dejes crecer tus inversiones, mayor será la recompensa.
  3. Efecto multiplicador: Invertir pequeñas cantidades regularmente puede generar grandes sumas con el tiempo.

 

Cómo aprovechar el interés compuesto

  • Comienza temprano: Entre más tiempo le des a tu dinero para crecer, mayor será el efecto compuesto.
  • Sé consistente: Realiza aportes regulares a tus inversiones.
  • Reinvierte: No retires los intereses; déjalos trabajar para ti.
  • Elige inversiones inteligentes: Opta por instrumentos con tasas competitivas y alta frecuencia de capitalización.