Asdrúbal Oliveros, economista y socio-director de Ecoanalítica, manifestó que los gremios deben denunciar las prácticas que no contribuyen al buen desenvolvimiento de la dinámica económica y la empresa en Venezuela.
El experto explicó que la labor de los gremios es generar debate en los temas que interesan al sector privado y contribuyen con el país.
En el segmento Agenda económica con Román Lozinski por el Circuito Éxitos, Oliveros advirtió que el comercio está en una situación crítica, especialmente luego del respiro que tuvo la economía venezolana en 2022, e insistió en que los números de crecimiento ahora están muy desacelerados.
Dijo que la dinámica económica en Venezuela tiene diferencias en tres niveles, en primer lugar, en la perspectiva de los sectores, al tiempo que resaltó que algunos sectores responden a los cambios, mientras que otros sigue en condiciones muy precarias.
Señaló que la segunda diferencia es regional, explicando que no es lo mismo la región central y estas dinámicas de crisis en los servicios públicos que se acentúan más en el interior del país.
«La tercera es la desigualdad social, entre quien tiene ingreso permanente en dólares y un empleado público que gana en bolívares, su capacidad de consumo es distinta» acotó.
Sector comercio e industrial
Por su parte, Tiziana Polesel, presidenta de Consecomercio, recalcó que el comercio presenta grandes diferencias entre la capital y el interior del país aunque tienen un punto de encuentro en lo negativo de las ventas del mismo periodo el año pasado.
En ese sentido, aseguró que en este trimestre registraron cifras negativas por la voracidad fiscal que vive el país, ilícitos y la informalidad, esto unido a la falta de créditos.
«Hemos visto cadenas comerciales con 15 y 20 puntos de venta y se han reducido a los que están en la capital o en algunas ciudades, la empresa no cierra, pero se disminuye la atención en algunas ciudades» añadió.
Añadió que estas desigualdades están atadas a la desatención de algunas zonas del país.
«Ese repunte del año pasado entusiasmó a parte del comercio a invertir, con recursos propios, para abastecerse un poco más de inventarios que no se movieron porque llegaron en la desaceleración, ahora se encuentran con deudas que generan preocupación» dijo.
Polesel indicó que la formalidad es un costo alto para el comercio venezolano, ya que este tiene como competidor al comercio informal que se nutre de productos que ingresan sin pagar los tributos correspondientes y no pasan por los controles de calidad, haciendo que pierde el consumidor porque no puede tener productos de calidad.
Destacó que se está poniendo contra la pared al comercio formal con la decisión de cerrar o pasar a la informalidad.
Por su parte, el presidente de Conindustria, Luigi Pisella, advirtió que, al igual que en el sector comercio, el sector industrial registró un decrecimiento.
Resaltó que están usando apenas un 30% de la capacidad instalada para producir y que las industrias necesitan incentivos para aumentar la capacidad.
«Para este trimestre, un 33% de la industria pudo exportar por un esfuerzo extra» detalló.
Pisella explicó que el objetivo principal en los próximos años será concretar las reuniones con el Ejecutivo en hechos tangibles para aumentar el potencial del sector.
Con información del Circuito Éxitos