El nivel promedio de ingresos fiscales entre los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) se mantuvo prácticamente sin cambios en 2023, ya que los gobiernos buscaron aliviar las presiones del costo de vida en medio de los crecientes desafíos de gasto relacionados con el cambio climático y el envejecimiento de la población, según un nuevo informe publicado el jueves 21 de noviembre.
«Las estadísticas de ingresos de 2024» muestran que la relación impuestos/PIB promedio de los países de la OCDE fue del 33,9% en 2023, 0,1 puntos porcentuales (pp) por debajo de su nivel en 2021 y 2022, pero por encima de su nivel anterior a la pandemia del 33,4% en 2019.
En 2023, la relación impuestos/PIB aumentó en 18 de los 36 países de la OCDE para los que se dispone de datos preliminares, disminuyó en 17 y se mantuvo sin cambios en uno, especificó la organización una nota publicada en su portal web.
Los mayores aumentos (de al menos 2,5 puntos porcentuales) se produjeron en Luxemburgo, Colombia y Turquía, mientras que las mayores disminuciones (de al menos 3,0 puntos porcentuales) se observaron en Israel, Corea y Chile.
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En la OCDE, las relaciones entre impuestos y PIB oscilaron entre el 17,7 % en México y el 43,8 % en Francia en 2023. La diferencia entre la relación entre impuestos y PIB más alta y la más baja en los países de la organización fue de 26,1 pp en 2023, la diferencia más pequeña desde al menos el año 2000. Desde 2019, esta diferencia se ha reducido en 5,2 pp.
Las estadísticas de ingresos de 2024 incluyen un capítulo especial sobre los impuestos a la salud, que son cada vez más comunes en los países de la OCDE debido a su capacidad para generar ingresos y mejorar los resultados en materia de salud al reducir el consumo de productos nocivos.
En promedio, en los países de la OCDE, los ingresos por impuestos especiales sobre el alcohol, el tabaco y las bebidas azucaradas ascendieron al 0,7% del PIB y generaron el 2,2% de los ingresos fiscales totales en 2022. Sin embargo, estos ingresos disminuyeron como proporción del PIB entre 2000 y 2022 en casi todos los países de la OCDE, y la mayor caída se observó en los ingresos por impuestos especiales sobre el alcohol.
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