Cazadores de litio de Argentina pisan el freno por menor demanda de automóviles eléctricos

Vehículo eléctrico
Foto: Pixabay

Los salares argentinos en el llamado «triángulo del litio» de Suramérica se han convertido en uno de los sitios más activos para empresas que buscan extraer el metal necesario para las baterías que impulsarán la transición global hacia los vehículos eléctricos. Pero ahora las empresas están apretando el freno.

El sector global del litio, desde Chile hasta Zimbabue, está resguardándose de un viento helado debido a un derrumbe de los precios superior al 80% desde principios de 2023 como resultado de un exceso de oferta y una demanda de vehículos eléctricos más débil de lo esperado.

Esta situación ha dificultado el financiamiento e impactado en los márgenes de las mineras tanto grandes como pequeñas.

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Entrevistas de Reuters con casi una docena de ejecutivos, funcionarios y analistas muestran cuán severa la situación es en Argentina, y cómo esto probablemente reduzca la producción de litio en los próximos años.

Las empresas han despedido personal, recortado gastos y detenido proyectos de exploración, mientras la caída del valor de los activos de litio ha dejado a algunas firmas vulnerables a adquisiciones.

A nivel global, Argentina es el cuarto productor de litio, cuenta con los segundos mayores recursos del metal y ha sido un lugar clave para los inversores que buscan asegurarse el suministro.

«Estábamos preparados para un día lluvioso y nos encontramos con una tormenta», dijo Juan Pablo Vargas de la Vega, director general de Galan Lithium, con sede en Australia, que está desarrollando un proyecto en la cuenca Hombre Muerto en la provincia de Catamarca, en el norte de Argentina.

Galan tiene como objetivo iniciar la producción en la segunda mitad del año próximo, pero ha recortado sus metas para la primera fase de 5 mil 400 toneladas a 4 mil toneladas de litio por año.

La presión sobre los precios del litio está sacudiendo al mercado global, obligando a las mineras a reducir costos y fomentando un mayor interés en fusiones y adquisiciones, mientras las compañías buscan patrocinadores con mayores recursos para resistir la caída del mercado.

Este mes, el gigante minero Río Tinto acordó la compra de Arcadium Lithium, con sede en Estados Unidos, por 6 mil 700 millones de dólares, un acuerdo que la convertirá en la tercera mayor minera del metal del mundo.

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