Los Bancos y su Historia (quinta parte)

Daniel LahoudDaniel Lahoud.- En el siglo XIX hubo una tendencia marcada a la constitución de bancos centrales, y con estos se fue diseminando la presencia de procesos inflacionarios y crisis financieras y económicas. Sobre todo, por la preeminencia del banco de Inglaterra, la primera crisis luego del banco general francés, fue producto de las guerras napoleónicas, el banco de Inglaterra suspendió la convertibilidad y esa suspensión se extendió por casi 50 años, en los que se vivieron dos crisis. La suspensión ocasionó dos períodos inflacionarios que fueron seguidos cada uno de una recesión. Como la city era demasiado importante, estas crisis se extendieron fuera del ámbito británico, afectando los lugares más alejados, entre ellos Venezuela, primero cuando éramos parte de Colombia (1826), y luego cuando ya estábamos separados (1841). Pero no solo fue eso, ocurrieron crisis como comentamos en 1825-1836, 1837-1838, 1846-1847, 1857, 1866, 1879, 1882, 1893, así como en el siglo XX 1900-1901 y 1907.

Hay una crisis que en buena parte de los libros de historia se reseña en 1873, sin embargo, nosotros anotamos que es en 1879. En los años 70 del siglo XIX, se logró la unificación de Italia y de Alemania, y producto de un consenso, se logró que los países europeos bajaran de manera unilateral los aranceles y otras restricciones al comercio. Esto provocó una caída de precios muy marcada, que hasta hoy se asocia con un proceso deflacionario, que se denominó la Gran Recesión (y se llamó así hasta el siglo XX, con la crisis de 1929). Sin embargo, fue una época en la que la producción creció, pero en aquellos productos que eran sujetos del comercio. Por lo que realmente no fue una deflación, sino una reducción de precios general, producto de una mejora en la productividad sectorial. Los empresarios de las empresas perjudicadas apelaron a sus gobiernos y eso llevó a cada uno de los países a reestablecer las restricciones al comercio. Pero las restricciones empujaron a una recesión de verdad en 1879. Este proceso, además, destruyó la posibilidad de establecer un verdadero liberalismo, y llevó lentamente a un cierre de las naciones que sembró las semillas de la Gran Guerra en 1914.

El financiamiento del gobierno británico no era tan fácil, en parte se realizaba por la emisión del banco de Inglaterra, pero el otro mecanismo era la emisión de bonos, y aquí destacó a inicios del siglo XIX el economista David Ricardo, quien actuaba como estructurador y colocador de los bonos del gobierno británico, que era prácticamente el único instrumento del mercado de capitales londinense, debido a que desde la crisis del Mississippi (1720) el parlamento prohibió la constitución de compañías anónimas, y obligó a las pocas existentes a reconstituirse como empresas en comandita simple. Esta prohibición se extendió hasta 1856, pero en 1815, Ricardo además de enriquecerse de manera importante con la emisión de los bonos Waterloo, abandonó el negocio financiero y fue sustituido por la familia Rothschild, quien desde entonces se convirtió en el banquero de inversión del gobierno británico durante todo el siglo XIX. El retraso en la adopción de las formas societarias de responsabilidad limitada provocó el poco desarrollo del mercado de capitales británico. Sin embargo, desarrolló mucho el sistema de banca de inversión y seguros por la intensidad del negocio internacional. Esa es la razón del porqué la bolsa de Londres no tiene el tamaño de la bolsa de New York, a pesar de que Inglaterra fue por mucho tiempo el Imperio económico y financiero.

El siglo XIX además vivió un proceso en el cual la plata fue desplazada, porque inicialmente los países tenían patrones oro, plata y mixtos, de hecho, el sistema inglés privilegiaba el oro, aunque fue bastante inconsistente suspendiéndolo como dijimos en las guerras napoleónicas, llevando esta suspensión hasta 1844, luego en medio de un sistema ambiguo de emisiones fiduciarias, volvió a suspender el patrón en 1914.

Entre 1849 y 1851 se descubren minas de oro en Australia y en California, lo que hace bajar el precio de ese metal y llevó a algunos países a preferir la plata como patrón monetario. Esto ocurre a partir de 1865, y tal es el caso de Francia, Italia, Suiza, Bélgica, Bulgaria, Grecia y Rumanía. Alemania, desde la unificación (1871) prefirió el oro y así lo hicieron también Japón (1895) y Francia, que volvió al sistema del oro en 1897. Por su parte, los Estados Unidos de América, que son un caso especial, comenzaron con un sistema bimetálico hasta 1879, cuando cambiaron por solo oro. Este sistema vivió realmente hasta 1914.

 

@daniellahoud

 


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