Octubre rojo catastrófico

Fernando FernándezFernando M. Fernández.- El 1° de octubre de 1949 Mao Zedong proclamó la República Popular China. Ese fue otro de los logros del comunismo, gracias al apoyo de Stalin quien, desde la Unión Soviética, impulsaba la conquista del mundo y la expansión de la dictadura del proletariado. Mao se basó en la doctrina marxista-leninista y el Manifiesto Comunista, pero le dio acento propio al centrarse en el campesinado y no en los trabajadores urbanos. Todo fue un error catastrófico.

Mao incurrió en una violación masiva y descomunal de derechos humanos, la cual ha quedado totalmente impune. También es poco conocida debido al culto a la personalidad y a la intensa propaganda desde entonces. Justificó su gobierno como una “dictadura democrática popular” (Ver: Mao Tse-tung. SOBRE LA DICTADURA DEMOCRATICA POPULAR. Un oxímoron, pues: nada es dictatorial y democrático a la vez. Hay que aprender de esta lección trágica.

El impacto sobre los derechos humanos de la revolución china fue descomunal, tanto que superó en número la tragedia de la URSS, tal como lo demuestra con cifras en la mano el profesor R.J. Rummel en su impresionante trabajo sobre el Democidio y la reevaluación que hace posteriormente en: Reevaluating China’s Democide to 73,000,000.

La colectivización de la economía y la implantación del sistema comunal en China durante el “Gran Salto Adelante” (1958 a 1962) que fue una serie de medidas económicas, políticas y sociales para establecer el socialismo y la industrialización del hierro y el acero, abandonando la agricultura y la siembra tradicional, lo cual dio como resultado una gran mortandad por hambruna y enfermedades ligadas a la desnutrición. Las estimaciones no comprobadas de muertes durante 1958-62 van desde 23 a 46 millones. No ha sido posible una verdadera exactitud y confirmación por causa del negacionismo y el secretismo del gobierno.

Uno de los autores más acuciosos sobre el tema es el profesor holandés Frank Dikotter, quien enseña historia en la Universidad de Hong Kong y de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de Londres, quien escribió un libro notable en 2010 titulado «La gran hambruna de Mao» con lo cual obtuvo el prestigioso Premio Samuel Johnson de la BBC, uno de los galardones más prestigiosos de Reino Unido (Ver: “Libro sobre la hambruna de Mao gana premio, pero los chinos no lo leerán”.  Este académico ha estimado la cifra de muertos en unos 42 millones por la hambruna. Según Dikotter, la base del ‘Gran salto adelante’ eran la coerción, el terror y la violencia sistemática. «Esto generó una de las peores matanzas en la historia de la humanidad». Por eso, para él, «La gran hambruna de Mao» es una lectura esencial para todo aquel que quiera entender mejor la historia del siglo XX.

Luego, entre 1966 y 1976, Mao lideró la Revolución Cultural cuyo propósito doctrinario era crear al “hombre nuevo” contra el capitalismo y la burguesía tradicionales. El verdadero fin político era controlar el país, luego del desastre humanitario del Gran Salto Adelante. Por causa del culto a la personalidad, el Libro Rojo de citas (“Citas del líder Mao Zedong”) y el garrote paramilitar de la Guardia Roja fuertemente impulsado por el ejército desde el poder, Mao logra el control total del partido y de la población. La persecución por sus ideas “burguesas” a opositores, profesores, maestros, intelectuales y personas mayores fue brutal y desmedida.

Amnistía Internacional ha denunciado recientemente el negacionismo del gobierno chino que “El gobierno ha llegado hasta a modificar el Código Civil para tipificar como delito civil la difamación de los “héroes y mártires” del Partido Comunista. Esto no es sólo un intento de detener la corriente de burdas declaraciones difamatorias que inundan las redes sociales chinas (“bulos” o “noticias falsas”, en la jerga actual)” (Ver: El aniversario de Tiananmen pone de manifiesto la contradictoria actitud de China hacia la historia.

Para el derecho internacional de los derechos humanos un solo muerto a manos del Estado es un incidente de suma gravedad que implica responsabilidad Internacional de dicho Estado. La lógica de los derechos humanos valora tanto un deceso como otro u otros. Para la criminología de masas la estadística de las masacres es lo prevalente. Tres o más muertos por acción u omisión del Estado es una masacre.

Octubre rojo es una advertencia para Venezuela ¡Prohibido olvidar y repetir la catástrofe humanitaria!

 

@FM_Fernandez

 



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