Un nuevo informe sobre el cáncer cervicouterino en la región de las Américas presentado hoy por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) insta a los países a implementar nuevas innovaciones en la prevención, la detección y el tratamiento del cáncer cervicouterino, para ayudar a cerrar las brechas y encaminarse hacia el logro de los objetivos de eliminación para 2030.
El cáncer de cuello uterino es el cuarto cáncer más frecuente entre las mujeres de todo el mundo; afecta actualmente a más de 78 mil mujeres y causa 40 mil muertes al año en las Américas. El cáncer cervicouterino impacta de manera desproporcionada a las mujeres de los países de ingresos bajos y medios. La región de América Latina y el Caribe representa el 80% de todos los casos en las Américas y el 84% de las muertes, lo que la convierte en la segunda región con las tasas más altas de casos y muertes por cáncer cervicouterino en el mundo (después de África).
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La causa principal del cáncer de cuello uterino es la infección persistente por tipos de alto riesgo del virus del papiloma humano (VPH). El cáncer de cuello uterino puede prevenirse mediante la vacunación contra el VPH en adolescentes, así como con la detección y el tratamiento de las mujeres con lesiones precancerosas, indicó la OPS en una nota publicada en su portal web.
En 2020, los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptaron la Estrategia para acelerar la eliminación del cáncer de cuello uterino como problema de salud pública. La estrategia establece tres objetivos para 2030: 90% de cobertura de vacunación contra el VPH en niñas antes de los 15 años, 70% de cobertura de detección en mujeres con pruebas de alto rendimiento a los 35 y 45 años, y 90% de tratamiento de lesiones precancerosas y manejo de casos de cáncer invasivo (conocidos como los objetivos 90-70-90).
Según el nuevo informe, que evalúa el progreso de los países hacia esta estrategia, aunque 32 de los 35 países de las Américas han introducido la vacuna contra el VPH en sus calendarios nacionales de inmunización, la cobertura varía ampliamente, desde menos del 10% hasta más del 80%.
Esto se debe a una serie de factores, como la reducción general de las tasas de vacunación infantil durante la pandemia de COVID-19, la reticencia a las vacunas, el alto costo de las vacunas contra el VPH, así como la falta de acceso a los servicios de vacunación, especialmente en zonas remotas, y la insuficiente vacunación en las escuelas.
Para abordar esto, la OPS recomienda la implementación de estrategias para aumentar la cobertura, como el cambio a un esquema de una sola dosis, que ahora tienen 21 de los 35 países, así como implementar campañas de comunicación para aumentar la conciencia y combatir la desinformación sobre la vacuna contra el VPH. Los países también deben fortalecer las estrategias de distribución de vacunas, garantizando esfuerzos de alcance para aquellas personas en áreas de difícil acceso, y trabajando junto con los ministerios de educación para fomentar la vacunación en las escuelas, asegurando al menos una dosis de la vacuna contra el VPH antes de los 15 años.