Los precios al consumo en Estados Unidos subieron marginalmente en agosto, pero la inflación subyacente mostró cierta rigidez, lo que podría disuadir a la Reserva Federal de aplicar un recorte de medio punto porcentual de la tasa de interés la próxima semana.
El índice de precios al consumo aumentó un 0,2% el mes pasado, tras haber subido un 0,2% en julio, informó el miércoles la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo. En los 12 meses transcurridos hasta agosto, el IPC avanzó un 2,5%, la menor alza interanual desde febrero de 2021, tras el 2,9% de julio, publicó Reuters.
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Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que el IPC ganaría un 0,2% y subiría un 2,6% interanual. Si bien la inflación se mantiene por encima del objetivo del 2% del banco central estadounidense, se ha ralentizado considerablemente, lo que permite a los responsables de política monetaria centrarse más en el mercado laboral en su intento de mantener la expansión económica.
El banco central ha mantenido su tasa de interés de referencia a un día en el rango actual de 5,25%-5,50% durante un año, tras haberlo subido 525 puntos básicos en 2022 y 2023.
El crecimiento anual de los precios al consumo se ha ralentizado considerablemente desde el máximo del 9,1% alcanzado en junio de 2022, ya que los mayores costos de los préstamos frenan la demanda.
Excluyendo los volátiles componentes de los alimentos y la energía, el IPC subió un 0,3% en agosto, tras el 0,2% de julio. En los 12 meses transcurridos hasta agosto, el llamado IPC subyacente aumentó un 3,2%, lo mismo que en julio.
Algunos economistas advirtieron de que la persistente rigidez de la inflación subyacente desaconsejaba un recorte de las tasas de medio punto el próximo miércoles.