Los precios del petróleo registraron el miércoles su nivel más alto en siete semanas, impulsados por expectativas en torno a las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China y el creciente pesimismo sobre el diálogo nuclear entre Washington y Teherán.
El Brent subía 1,2 % hasta los 67,69 dólares por barril a las 10:28 GMT, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) avanzaba 1,5 %, alcanzando los 65,94 dólares. La volatilidad del mercado se ha visto influenciada por señales de progreso en la tregua comercial entre las dos mayores economías mundiales.
Tras dos días de intensas negociaciones en Londres, funcionarios estadounidenses y chinos lograron un acuerdo preliminar para reactivar la tregua comercial, incluyendo la eliminación de restricciones chinas sobre la exportación de minerales de tierras raras e imanes, según informó el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick. No obstante, la reacción del mercado ha sido moderada, dado que persiste la incertidumbre sobre el impacto del pacto en el crecimiento económico y la demanda global de petróleo, según el analista de PVM, Tamas Varga.
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Por otro lado, el presidente estadounidense Donald Trump expresó su creciente escepticismo respecto a la posibilidad de que Irán acepte frenar el enriquecimiento de uranio en un eventual acuerdo nuclear. En respuesta, Teherán amenazó con atacar bases estadounidenses en Oriente Medio si fracasan las negociaciones, elevando la tensión geopolítica en la región.
En el frente de la oferta, la OPEP+ anunció que aumentará la producción en 411.000 barriles diarios en julio, buscando revertir los recortes de suministro por cuarto mes consecutivo. Sin embargo, la mayor demanda de crudo en países clave como Arabia Saudita podría contrarrestar este incremento y mantener el impulso alcista en los precios, según el analista Hamad Hussain, de Capital Economics.
Los inversionistas también estarán atentos al informe semanal de inventarios de crudo de la Administración de Información de Energía de EE.UU. (EIA), luego de que datos preliminares del Instituto Americano del Petróleo (API) revelaran una reducción de 370.000 barriles en las existencias estadounidenses la semana pasada.