La limpieza y desinfección han sido históricamente fundamentales para prevenir la propagación de enfermedades. La pandemia de COVID-19 resaltó la importancia de estas prácticas y aceleró el desarrollo de tecnologías innovadoras en el sector, Venezuela no escapa de esto.
Según los datos oficiales más recientes, Venezuela ha registrado un total de 552.695 casos confirmados de COVID-19, con 546.537 personas recuperadas y 5.856 fallecimientos.
El mercado global de productos y servicios de limpieza alcanzó los 28.5 mil millones de dólares en 2020, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 7,1%. Se espera que este mercado crezca a una tasa aún más alta en los próximos años debido a la creciente demanda de soluciones de limpieza efectivas y seguras, informó la empresa especializada en investigaciones de mercado, Spherical Insights.
El sector de limpieza profesional, que incluye la limpieza en hospitales, oficinas, y otros espacios, se prevé que crezca a una tasa de 7,10% entre 2021 y 2029, alcanzando 516.22 mil millones de dólares para finales de la década, reveló la compañía en su informe.
Cifras como esta han sido vitales para que la industria de la limpieza en Venezuela sufriera una transformación.
Aún así, en Venezuela el sector está consciente que el uso excesivo de productos químicos ha generado preocupaciones sobre la salud y el medio ambiente. Según un informe de Time, esta obsesión por la limpieza puede derivar en problemas respiratorios e irritaciones debido a la exposición a compuestos químicos presentes en estos productos.
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El futuro de la limpieza
El ingeniero químico de la Universidad de Carabobo, Joaquín Mejía explica que hoy por hoy la innovación en limpieza también apunta hacia materiales y tecnologías que minimicen la necesidad de intervención humana.
“Afuera hay Investigaciones que exploran el desarrollo de superficies autodesinfectantes mediante recubrimientos fotocatalíticos que, activados por luz, eliminan microorganismos. Esto es un gran avance porque nos permite ahorrar mucho capital aunque de por medio haya una gran inversión”.
Asimismo, detalla que la robótica ha irrumpido en el sector con robots autónomos equipados con luz UV-C capaces de desinfectar espacios sin productos químicos.
“Por ejemplo, en 2021 un grupo de estudiantes de la Universidad Politécnica de Tomsk en Rusia crearon el robot UltraBot, el cual ha demostrado reducir la carga bacteriana en un 94% a una distancia de 2.8 metros tras 10 minutos de irradiación UV-C”, explica el ingeniero químico.
Sin embargo, en Venezuela de una forma u otra la crisis ha ayudado a buscar soluciones inteligentes, aún cuando ha presentado desafíos significativos.
Genéricos al poder
La migración de empresas fabricantes de detergentes y artículos de limpieza del país ha impulsado a productores artesanales a cubrir la demanda local, adaptándose a las necesidades del mercado. Otras empresas como Coloplas han visto en esta ausencia una oportunidad para hacer productos de buena calidad de manera genérica, como una forma de dar oportunidad a todo tipo de bolsillos, pero principalmente a aquellos que no pueden costearlos.
Los empresarios Robinson Garzón y Santiago Vélez, propietarios, señalan que el año 2024 el mundo de los productos de limpieza en Venezuela fue productivo. Principalmente en ciudades importantes como Valencia, Maracay, San Cristóbal y la Gran Caracas. Esto en parte a que hay mayor disponibilidad de productos pero también de precios teniendo una tendencia hacia la accesibilidad.
Delia Delgado es la administradora de un condominio en la zona norte de Valencia, lleva 15 años ahí y recuerda que cuando empezó solía gastar mucho dinero en la compra de productos de limpieza de marca reconocida como: cloros, desinfectantes, mata olores y quitagrasas. “Ya es imposible hablar de precios por la crisis que vivimos, pero la llegada de los productos genéricos ha servido para reinventar el sector, ayudar al venezolano pero también para demostrarnos que muchos productos son costosos porque se desprenden de una marca, pero no realmente porque limpien mejor”.
Con la llegada de la hiperinflación y luego el encierro por la pandemia descubrió en los productos genéricos que había una alternativa buena, viable y además consciente con el ambiente.
Tomas Cabrices es un joven de 20 años estudiante de derecho y lleva un año en Caracas, es de Lara y vive del trabajo en un supermercado y aún con los descuentos del negocio su salario no es suficiente para comprar productos de limpieza
“Te hablo de hasta 15% de descuento en productos que son costosos porque además trabajo para una cadena de supermercados que está orientada a clases media alta y alta y no me da la base, prácticamente con lo que cuesta uno puedo comprarme varios litros de jabón líquido para cocina”.
El precio lo es todo
En varias cadenas de supermercados del país un lavaplatos de marca reconocida de solo 400 mililitros ronda entre los $4.5 y los $7. A mayor reconocimiento de la marca, mayor será el precio.
Además, la crítica de clientes más exigentes es que muchas marcas reconocidas no están trabajando con esquemas que reduzcan la contaminación y el daño del medio ambiente.
La misma crisis venezolana ha impulsado la adopción de soluciones más eficientes y accesibles.
Por ejemplo, las fórmulas biodegradables reducen la contaminación de aguas residuales y protegen la salud de los usuarios. Empresas venezolanas han comenzado a comercializar detergentes y desinfectantes a base de ingredientes naturales como cítricos y aceites esenciales. Asimismo, los sistemas de limpieza en seco y el uso de mopas de microfibra han ayudado a disminuir el consumo de agua en procesos industriales y comerciales. Esto reduce hasta en un 80% el empleo de agua en sectores como el hotelero, explica el CEO de Coloplas.
Inclusive en el caso de aquellas empresas que no pueden producir envases para sus productos motivan el reciclaje de plásticos cuando le solicitan a los clientes traer sus botellas para hacer el rellenado.
Yuraima Irigoyen es trabajadora del hogar en San Carlos y explica que cada dos semanas la mandan a comprar productos de limpieza y siempre debe cargar en una bolsa botellas de refresco de dos litros para rellenarlos con cloro, suavizante y lavaplatos. “Me parece una idea fantástica, porque mi jefa es muy exigente al nivel de que toma en cuenta que tan resistente es el plástico. A ella le gustan los de calidad, porque resisten los químicos y no pasa como una vez que se reventó el envase del cloro y me mojé toda”.
Un estudio indicó que los venezolanos destinan aproximadamente el 4,5% de sus ingresos a productos de cuidado personal, lo que incluye artículos de higiene y limpieza. Este porcentaje refleja la importancia que la población otorga a la higiene y el cuidado personal, reflejó la Cámara de la Industria de Cosméticos y Afines (Caveinca)
Además, el gobierno venezolano mediante el Ministerio de Economía y Finanzas informó de la implementación de políticas para impulsar la fabricación local de artículos de limpieza. Por ejemplo, hay empresas que aumentaron su capacidad de producción en más del 5% en pocos meses, con una proyección de crecimiento superior al 15% para finales de ese año.
A nivel mundial, se prevé que el mercado de servicios de limpieza por contrato alcance los 516,22 mil millones de dólares en 2029, creciendo a una tasa compuesta anual del 7,10%. Aunque estas cifras corresponden al mercado global, indican una tendencia creciente que podría influir en el mercado venezolano a medida que se adopten nuevas tecnologías y prácticas, concluye Mordor Intelligence.
*Reportaje elaborado por el periodista Armando Díaz.