El presidente de Rusia, Vladímir Putin, admitió este miércoles que las sanciones occidentales pueden tener un impacto negativo a medio plazo en la economía rusa, y llamó al Gobierno a no relajarse pese a la salida de la recesión pronosticada por el Ejecutivo y el Banco Central (BCR).
«Un regreso a la trayectoria de crecimiento no debe relajarnos, necesitamos apoyar, fortalecer las tendencias positivas de nuestra economía, aumentar su eficiencia, asegurar la soberanía tecnológica, personal y financiera», señaló en una reunión con el Gobierno.
«Y debemos actuar con rapidez, sin burocracia y demoras innecesarias, ya que las restricciones ilegítimas impuestas contra la economía rusa en el mediano plazo, efectivamente, pueden afectarla negativamente», señaló el jefe del Kremlin.
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La economía rusa se contrajo el año pasado un 2,1%. Según el BCR, los indicadores de alta frecuencia apuntan a una aceleración de la actividad económica en el primer trimestre, aunque el crecimiento solo regresaría en el segundo trimestre.
Para Putin, es necesario garantizar un aumento constante de la demanda interna.
«En la coyuntura actual, la demanda interna es la que se está convirtiendo en el principal factor de crecimiento económico«, dijo, al tiempo que pidió al BCR evitar «una aceleración o desaceleración excesiva» de la inflación.
Putin sin embargo no está contento con el desarrollo de la industria manufacturera nacional.
«Hasta ahora, la dinámica de nuestra industria manufacturera sigue siendo débil, lamentablemente, por debajo del nivel del año pasado», afirmó
Según el presidente ruso, «el objetivo principal es restaurar las industrias más afectadas, como la industria automotriz y la industria maderera».
«Al mismo tiempo, es necesario asegurar el rápido lanzamiento de nuevos proyectos en las industrias manufactureras, especialmente en la producción de productos de alta tecnología», indicó.
EFE