El real brasileño cayó a un mínimo histórico, ya que las medidas propuestas por el gobierno para recortar 12 mil millones de dólares en gastos decepcionaron a los inversionistas.
El real se debilitó hasta un 1,1% en la apertura del jueves 28 de noviembre a 5,99 reales por dólar, debilitándose más allá del mínimo intradiario anterior de 5,97 reales por dólares, registrado en mayo de 2020 durante la pandemia de covid. La moneda ha retrocedido un 19% este año, la mayor baja de los mercados emergentes.
Las medidas anunciadas por el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, incluyen límites al aumento del salario mínimo, topes a los salarios altos de los trabajadores públicos y mayores impuestos para los ingresos superiores a 50 mil reales mensuales, publicó Bloomberg. El gobierno también decidió eximir del impuesto sobre la renta los salarios de hasta 5 mil reales mensuales, lo que alimentó el pesimismo, ya que los operadores apostaron a que diluiría el impacto fiscal del paquete.
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Los activos brasileños se han visto golpeados por el aumento del pesimismo sobre las perspectivas del creciente déficit presupuestario del país. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha aumentado el gasto desde que asumió el cargo en 2023 para cumplir sus promesas de mejorar el nivel de vida de los brasileños de menores recursos.
Las arcas públicas se han visto sometidas a una presión adicional este año mientras la administración responde a desastres como inundaciones históricas, incendios forestales generalizados y una sequía récord.
Desconfianza en el compromiso fiscal
La creciente desconfianza en el compromiso fiscal del gobierno también ha golpeado las expectativas de inflación, lo que ha empujado al banco central a subir las tasas justo cuando la Reserva Federal relaja la política monetaria. Las tasas swap se han disparado, lo que indica que los responsables políticos tendrán que seguir subiendo las tasas para contener el empeoramiento de las perspectivas.
La caída también se produce en medio de una amplia liquidación de las divisas emergentes tras la elección de Donald Trump en Estados Unidos. Los activos de los países en desarrollo se han visto muy afectados por las perspectivas de que las políticas de Trump fortalezcan el dólar y aviven la inflación en la mayor economía del mundo, obligando a los bancos centrales de todo el mundo a mantener las tasas de interés más altas durante más tiempo y frenando el crecimiento económico.
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