El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, aseguró este viernes 6 de junio que su gobierno no mantiene conversaciones con Venezuela sobre la posibilidad de restablecer relaciones diplomáticas, a pesar de la reciente reanudación de vuelos comerciales entre ambos países tras diez meses de suspensión.
Durante su comparecencia de prensa semanal, Mulino fue tajante al afirmar: “No hay ninguna conversación sobre el tema diplomático, ninguna”, dijo en respuesta a preguntas sobre si su administración consideraba retomar relaciones consulares con Venezuela.
Reanudación de vuelos, pero no de relaciones
El pasado 27 de mayo, se retomaron los vuelos entre Panamá y Caracas, operados por la aerolínea venezolana Estelar y la panameña Copa Airlines. Sin embargo, Mulino dejó claro que esta decisión responde a intereses comerciales y no implica un acercamiento diplomático.
El mandatario calificó el tema como “delicado, pero importante también”, y explicó que la suspensión de vuelos había afectado el comercio internacional, la zona libre de Colón, la aerolínea nacional y la repatriación de ciudadanos venezolanos en tránsito hacia el norte.
“Hemos apoyado el retorno a la democracia en Venezuela en todas las facetas y escenarios internacionales posibles, pero ya había un daño que se estaba causando al comercio internacional”, sostuvo Mulino.
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Contexto de la crisis diplomática
Los vuelos entre Panamá y Venezuela fueron suspendidos el 31 de julio de 2024, en medio de la tensión generada por el rechazo panameño a los resultados de las elecciones presidenciales venezolanas, que dieron la reelección a Nicolás Maduro.
Maduro tomó la decisión de cortar las conexiones aéreas con Panamá y República Dominicana, países que suelen ser utilizados como puntos de conexión aérea ante la baja oferta de vuelos directos desde Venezuela.
La medida fue una respuesta a la postura de Mulino, quien puso en suspenso las relaciones diplomáticas tras calificar los comicios venezolanos como “fraudulentos”, debido a la falta de presentación de actas oficiales por parte del ente electoral.
En su momento, los gobiernos de Panamá, República Dominicana, Uruguay, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Paraguay y Perú expresaron su preocupación por el desarrollo de las elecciones y exigieron una revisión completa de los resultados.