Rusia se inclina por mantener sin cambios los volúmenes de producción de petróleo antes de la reunión de la OPEP+ del 4 de junio porque Moscú está satisfecha con los precios y la producción actuales, dijeron a Reuters tres fuentes conocedoras de la opinión rusa.
La OPEP+, que agrupa a la Organización de Países Exportadores de Petróleo con Rusia y otros aliados, sorprendió al mercado el 2 de abril con nuevos recortes de la producción que hicieron subir el precio del petróleo.
El presidente ruso, Vladimir Putin, djio el miércoles que los precios de la energía se acercaban a niveles «económicamente justificados». El hombre clave de Putin en materia de petróleo, el vice primer ministro Alexander Novak, aseguró el jueves que no esperaba nuevas medidas por parte de la OPEP+.
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Novak dijo que Rusia y sus socios de la OPEP+ tomarían una decisión sobre lo que es mejor para el mercado del petróleo cuando se reúnan en Viena.
Al mantener los actuales niveles de producción, Moscú espera poder mantener estables los precios del petróleo sin sobrepasar el tope de precios impuesto por Occidente de 60 dólares por barril para su mezcla de los Urales.
«Es improbable que se produzcan nuevos recortes de producción», dijo a Reuters una fuente conocedora de la postura rusa bajo condición de anonimato debido a lo delicado del asunto.
Una segunda fuente, que también habló bajo condición de anonimato, dijo que a Rusia no le interesaba reducir la producción de petróleo en estos momentos.
Rusia ya se ha comprometido a reducir su producción en 500.000 barriles diarios (bpd) hasta los 9,5 millones de bpd desde marzo hasta finales de año.
«Rusia apenas puede hacer frente a los recortes de producción prometidos, mientras que no necesita recortes adicionales en el actual entorno de mercado», dijo a Reuters una fuente de una importante petrolera rusa.
El Gobierno ruso declinó hacer comentarios sobre la política de la OPEP+.
Rusia es el segundo mayor exportador de petróleo del mundo después de Arabia Saudita, cuyo ministro de Energía, el príncipe Abdulaziz bin Salman, advirtió esta semana a los vendedores en corto (que especulan con la esperanza de una bajada de los precios) que «tengan cuidado».
El intento de Occidente de imponer un tope de precios al petróleo ruso ha complicado los cálculos de producción de Moscú, que, a diferencia del resto de la OPEP+, no busca maximizar los precios.
Si Rusia puede mantener el precio de los Urales por debajo del precio máximo, le resultará más fácil mantener el flujo de petróleo al mercado mundial.
El crudo de los Urales ha cotizado este mes entre 53 y 57 dólares por barril, una horquilla cómoda para Rusia.
Reuters