El Departamento del Tesoro de Estados Unidos registró el miércoles un sólido interés en la subasta de 39.000 millones de dólares en bonos a 10 años, reflejando la continua demanda por deuda pública pese a las preocupaciones sobre la participación de inversores extranjeros en el mercado.
Tras la publicación de los resultados, los rendimientos de la nota de referencia a 10 años descendieron hasta 4,41 %, comparado con el 4,50 % previo, con una baja de 6,4 puntos básicos. Los bonos se adjudicaron a una tasa máxima del 4,421 %, ligeramente inferior a los valores de mercado previos a la subasta.
Si bien la demanda fue 2,52 veces superior a la cantidad de deuda ofrecida, se mantuvo por debajo del promedio de 2,60 veces, según datos de BMO Capital Markets. Este comportamiento generó expectativas sobre futuras colocaciones de deuda, en especial la próxima subasta de bonos a 30 años.
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El estratega de renta fija de LPL Financial, Lawrence Gillum, destacó la importancia de este resultado y señaló que «podría haber un alivio en el mercado tras comprobar que la subasta a 10 años no sufrió recortes». Sin embargo, advirtió que la verdadera prueba será el jueves, cuando el Tesoro venda 22.000 millones de dólares en bonos a 30 años, un instrumento cuya demanda ha disminuido frente a la deuda de menor plazo, debido a la incertidumbre sobre las perspectivas fiscales y económicas de Estados Unidos.
El comportamiento de estas subastas será clave para evaluar la confianza de los inversores en los bonos del Tesoro y las expectativas sobre el rumbo de la política económica del país.