En un movimiento estratégico de desinversión en Hispanoamérica, Telefónica ha anunciado la venta de su filial ecuatoriana Otecel a Millicom Spain por 380 millones de dólares (aproximadamente 330 millones de euros). La transacción, aún sujeta a aprobaciones regulatorias, marca un nuevo paso en la reestructuración global de la empresa.
La multinacional española ha estado desinvirtiendo en la región, habiendo vendido previamente sus operaciones en Argentina, Perú, Uruguay y Colombia. La filial ecuatoriana cuenta con 5 millones de clientes y ocupa el segundo lugar en el mercado de telecomunicaciones, por detrás de Claro (54%) y por delante de la estatal CNT (18%).
La venta de Otecel se enmarca dentro de la política de Telefónica de optimizar su portafolio y reducir progresivamente su exposición en Hispanoamérica, enfocándose en mercados con mayor rentabilidad y potencial de crecimiento.
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Venezuela: una apuesta estratégica
Mientras Telefónica ha reducido su presencia en otros mercados latinoamericanos, en Venezuela ha optado por redoblar su compromiso, lo que marca un cambio significativo en su enfoque regional. La inversión será liderada por Movistar Venezuela, filial 100% controlada por Telefónica, y permitirá la expansión del 4G y el inicio del despliegue de la red 5G en el país.
La empresa obtuvo recientemente un bloque de espectro en la banda de 2.600 MHz, lo que le permitirá mejorar la cobertura y la calidad del servicio. Además, planea actualizar y ampliar 500 estaciones base en Caracas y en el oriente del país, expandiendo la cobertura a 32 nuevas zonas.
Impacto y expectativas
Para Millicom, que opera bajo la marca Tigo en varios países de la región, la adquisición de Otecel representa una oportunidad clave para fortalecer su presencia en Sudamérica. La estabilidad macroeconómica de Ecuador y su sistema financiero dolarizado son factores que hacen atractivo el sector de telecomunicaciones en el país.
Por otro lado, la apuesta de Telefónica por Venezuela podría marcar un nuevo capítulo en el desarrollo tecnológico del país, impulsando la digitalización y la conectividad en un mercado con grandes desafíos. La compañía ha prorrogado su contrato de concesión en Ecuador hasta el 15 de julio de 2025, lo que indica que la transición hacia Millicom aún requerirá ajustes regulatorios.