Decenas de trabajadores públicos venezolanos protestaron este miércoles frente a la sede del Ministerio del Trabajo, situada en Caracas, para exigir aumentos salariales en medio de la drástica depreciación de los ingresos, que han caído 83% desde el último ajuste realizado un año atrás.
La protesta fue respondida por otro grupo de empleados afines al gobierno que rechazaban la manifestación por tener «fines políticos» y «atacar al gobierno».
«¡A un año del salario estamos estancados!», gritaba el grupo de trabajadores y pensionados que reclamaba el ajuste salarial para cubrir sus necesidades. La canasta básica alimentaria ronda actualmente los 480 dólares al cambio, según el Centro de Documentación y Análisis (Cendas-FVM), y el salario mínimo ronda los 5 dólares mensuales.
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«Eso es un kilo de queso», dijo a la AFP, Eduardo Sánchez, un sindicalista de 60 años, trabajador de la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien aseguró que también se dedica a prestar servicios como taxista para poder «sobrevivir».
Hasta hace un año, el salario básico equivalía a unos 30 dólares mensuales, pero en medio de la acelerada inflación, que según estimaciones privadas ronda el 500%, ha perdido el 83% de su valor.
En un acto simbólico, los manifestantes «enterraron» el sueldo en una urna de cartón y lanzaron al aire billetes sacados de circulación por el proceso inflacionario y la depreciación de la moneda.
A su vez, los empleados seguidores del gobierno respondieron con consignas en defensa de la «Revolución» socialista venezolana. «¡Con bloqueo, sin bloqueo, con Maduro me resteo!», coreaban.
«Esta protesta que ellos tienen no son protestas reivindicativas, sino con fines políticos», aseguró Omar Acosta, de 42 años, uno de los hombres que rechazaba la manifestación porque a su juicio buscaba «sacar al gobierno».
«Todo el mundo tiene derecho a protestar por el salario (…) pero siempre hay una agenda oculta«, agregó Acosta, quien además culpaba a las sanciones económicas, impuestas desde Estados Unidos, de la crisis que enfrenta Venezuela.
Después de un largo ciclo hiperinflacionario, en medio de una aguda crisis en la que su economía perdió el 80% de su tamaño entre 2014 y 2021, el país caribeño continúa enfrentando una de las inflaciones más altas del mundo.
Según el Banco Central de Venezuela, el país creció 17,73% entre enero y septiembre de 2022, pero se desconoce la cifra total del año. Estimaciones privadas aseguran que en el último trimestre el crecimiento económico se estancó.
Fuente: AFP