El Gobierno de Venezuela hizo público su descontento con el veto impuesto por la Cancillería de Brasil, liderada por el embajador Eduardo Paes Saboia, para no entrar al grupo de economías emergentes BRICS.
En un comunicado, la Cancillería venezolana equiparó la acción a lo que a su juicio fue el veto que el anterior presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aplicó a Venezuela durante años «reproduciendo el odio, la exclusión e intolerancia».
También tildó la medida como una «agresión» a Venezuela y un «gesto hostil» que, según el Gobierno venezolano «se suma a la política criminal de sanciones que han sido impuestas contra un pueblo valiente y revolucionario».
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No obstante, el Ejecutivo nacional afirmó que contaba con el respaldo y apoyo de los países participantes en esta cumbre, realizada en Rusia entre el 22 y 24 de octubre, para formalizar su ingreso al mencionado mecanismo de integración.
Las relaciones entre ambos países no pasan por su mejor momento luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio, cuando el Consejo Nacional Electoral proclamó ganador a Nicolás Maduro sin mostrar las actas electorales que respaldaran su victoria, y que posteriormente el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva y el de Colombia, Gustavo Petro, insistieran en su publicación, algo que aún no ha ocurrido.
