Venezuela y su Deuda. La Evasiva Estabilidad (IV/V)

Gilberto A. MorilloGilberto A. Morillo.- Las crisis geopolíticas del Medio Oriente en los 1970s y 1980s elevaron los precios del petróleo en forma significativa y por ello aumentaron los depósitos que mantenían varios países petroleros en la banca internacional. Esta banca buscó entonces prestar estos fondos con una tasa de interés altamente remunerada y ello era posible con los países en desarrollo, por ser, en general, de alto riesgo. El lema de que los países no quiebran servía de base para la cuantiosa generación de créditos que la banca extendió con cierta ligereza a varias naciones. Para 1980, y debido al fenómeno inflacionario que se experimentaba en la economía mundial, las tasas de interés llegaron a niveles de 20%. Esto obligó a los países deudores a pagar cada vez más por las altas deudas que mantenían con los bancos.

En agosto de 1982, México entró en dificultades para pagar su deuda y declaró la moratoria. Otros países seguirían. En Venezuela creció la demanda de divisas ante la desconfianza a que el país entrara en dificultades como México. Adicionalmente la producción de petróleo, casi la única fuente de divisas del país, venía disminuyendo desde su pico de 3,75 millones de barriles por día en 1970 a 1,74 millones de barriles por día en 1985. Esto se debió a que antes de la nacionalización de 1976, las compañías petroleras que operaban en Venezuela dejaron de invertir en exploración y producción al saber que no habría más concesiones.

Ante la merma de las reservas internacionales del Banco Central, el gobierno decide que Pdvsa le venda las divisas que dejaba en sus cuentas producto de sus exportaciones petroleras. Pero aún con la inyección directa de las divisas por parte de Pdvsa, la demanda de dólares era demasiado alta y para febrero de 1983 se decreta el control de cambios y la moratoria de pagos de la deuda externa. Comienza así un proceso de negociaciones entre el gobierno y los bancos que empieza por tratar de saber el monto adeudado. En ese entonces ministerios, institutos, municipios, estados, etc, incurrían en créditos sin notificar al Ministerio de Hacienda. Eso fue corregido posteriormente en la Ley de Crédito Público. Todo financiamiento debía ser aprobado por el Congreso y por el Ministerio de Hacienda.

Luego de largas revisiones por el Comité de Bancos Acreedores en conjunto con autoridades venezolanas se confirmó una deuda externa de US $ 21,2 millardos. Transcurren reuniones durante meses y Venezuela hace algunos pagos pero es difícil llegar a un acuerdo. Entre otras cosas casi toda la deuda era de corto plazo y Venezuela quería pagarla a medio y largo plazo para hacer posible cumplir con los pagos. Hay un pre acuerdo en 1984 pero muy frágil.

Varios países se encuentran en re negociación de su deuda (Argentina, Brasil, México, las Filipinas y otros) y el gobierno de EEUU comienza a preocuparse de potenciales repercusiones en la banca y economías norteamericanas. El Secretario del Tesoro de EEUU propone préstamos a largo plazo a los países endeudados para ayudarlos a pagar las deudas de corto y mediano plazo con la banca. Pero los montos no fueron significativos.

En 1986 el gobierno venezolano decide renegociar el acuerdo anterior ante dificultades para cumplir con los pagos. Se logra un nuevo arreglo en 1987 con un alargamiento de los pagos pero no significativamente. Las finanzas de Venezuela son inestables con los ingresos petroleros en mínimos históricos.

Petróleos de Venezuela busca retornar a los niveles de producción de los 70’s pero los pagos al Estado la dejan sin fondos suficientes para invertir en exploración y producción. Pdvsa pagaba al Estado regalías por el petróleo extraído, impuesto sobre la renta sobre las ganancias y un pago adicional por crudo exportado llamado Valor Fiscal de Exportación (VFE). Un monto bastante discrecional determinado por el gobierno.

La gerencia de Pdvsa propone al gobierno eliminar el VFE y usar esos fondos para aumentar la producción. Igualmente se contratarían créditos por primera vez desde la creación de Pdvsa. Con estos créditos se buscaba apuntalar la inversión en aumentar la producción. La Gerencia de Planificación elabora un plan de expansión de todas las actividades de la empresa y así posicionarla como un gran conglomerado a la altura de las empresas petroleras líderes en el mundo. Se buscaba mejorar y ampliar las refinerías nacionales y ampliar la presencia en el exterior. En petroquímica se planteó aumentar la producción e incluir nuevos productos invirtiendo en nuevas plantas propias y en asociación con empresas de primer orden. Otro objetivo era ampliar la flota de tanqueros propios. Adicionalmente también se buscaba aumentar la producción de carbón de las minas del Guasare, entonces manejadas por una filial de Pdvsa.

La petrolera aseguraba que al desarrollarse este plan se generarían crecientes ganancias y habría más pagos por impuestos sobre la renta y adicionalmente se podrían pagar dividendos, algo novedoso. El gobierno aprobó el plan y se eliminó VFE. El programa de endeudamiento contemplaba contratar alrededor de $ 3 millardos. Este endeudamiento se inició en 1989 con préstamos bilaterales con Alemania y EEUU. También se contrató un bono para la adquisición de un terminal y facilidades de almacenamiento de crudo en el Caribe. Hay que recordar que Pdvsa estaba exceptuada de pedir autorización para contratar créditos de acuerdo a la Ley de Crédito Público.

En tanto la inestabilidad en la deuda pública externa continuaba al denunciar el gobierno que luego del acuerdo de 1987 no les habían desembolsado préstamos nuevos como lo había prometido la banca. Las ventas de divisas por parte del bcv continuaban altas pero los ingresos del petróleo, en recuperación, aún eran bajos.

En EEUU el nuevo Secretario del Tesoro, Nicholas Brady, lanzó un nuevo programa de apoyo a países emergentes endeudados como Venezuela. El Tesoro emitiría bonos «Cero Cupón» de largo plazo (30 años) que se les venderían a bajo precio a los deudores para que los usarán de garantía en una reestructuración de sus obligaciones. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial apoyarían con créditos y garantías a aquellos países que «ordenaran» su economía.

En Venezuela el nuevo gobierno que asume en febrero de 1989 adopta los planes recomendados por el FMI & Banco Mundial y se nombra un equipo negociador de gran solidez profesional para renegociar la deuda pública externa. Para 1990 se logra un acuerdo por el cual las anteriores acreencias son sustituidas por un menú de 5 opciones de nuevas obligaciones algunas de ellas garantizadas por bonos «Brady». Fue notorio que las obligaciones en bonos, a largo plazo y muchos a tasa fija desplazaron a los préstamos bancarios. Así los acreedores principales de los países (riesgo soberano) serán en adelante inversionistas y fondos de todo tipo, de pensiones, de cobertura y otros. El monto de la refinanciación fue algo menos de $ 20 millardos.

Por primera vez en 7 años se levanta el control de cambios, se inicia un plan de privatizaciones y se comenzó a diseñar la apertura petrolera para que inversionistas privados vinieran a reforzar la ya notoria alza en la producción de hidrocarburos. Parecía que finalmente se entraba en una etapa de estabilidad y crecimiento económico que traería la añorada prosperidad a Venezuela.

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@gamorillo

 



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