Se esfuma el colchón fiscal de las zonas francas en Colombia

Colombia
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El modelo franco colombiano, promovido durante años como motor de exportaciones y desarrollo industrial, enfrenta en 2025 una seria pérdida de tracción fiscal. En abril, el superávit comercial mensual de las zonas francas fue de apenas US$6,5 millones, frente a los US$87,3 millones registrados en igual mes de 2024, lo que supone un retroceso del 92,5%, de acuerdo con el más reciente boletín del DANE.

En lo corrido del año hasta abril, la balanza positiva acumulada cayó 76,9%, al pasar de US$427,1 millones a solo US$98,7 millones. Esta fuerte contracción plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del régimen franco como fuente neta de divisas y su eficacia como herramienta de política industrial.

La pérdida del llamado «colchón fiscal» responde a una combinación de factores. Las exportaciones se contrajeron 16,9% interanual en abril, con impactos especialmente negativos en las zonas francas permanentes de Palmaseca y La Cayena. Países como Países Bajos, India y Ecuador redujeron significativamente sus compras de mercancías colombianas. A esto se suma una reducción de 18,6% en las ventas desde Zonas Francas Permanentes (ZFP) y de 14,4% desde las Especiales (ZFPE).

Las zonas francas son espacios delimitados dentro del territorio colombiano donde las empresas operan bajo un régimen especial de beneficios tributarios, aduaneros y de comercio exterior. En Colombia existen las Zonas Francas Permanentes (con múltiples usuarios) y Permanentes Especiales (dedicadas a un solo usuario), concebidas para impulsar la inversión, la generación de empleo y las exportaciones.

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Importaciones desde EEUU e India

En contraste, las importaciones crecieron 22,1%, impulsadas por mayores compras desde Estados Unidos e India. El incremento estuvo enfocado en materias primas, bienes intermedios y componentes industriales, lo que sugiere un uso creciente de las zonas francas como plataformas logísticas e importadoras más que exportadoras netas.

Pese a que las salidas hacia el territorio aduanero nacional aumentaron 17,1%, y las entradas de mercancías crecieron 3,5%, el saldo global revela un modelo en transición, con menos peso fiscal positivo. Incluso zonas tradicionalmente superavitarias como Rionegro, Bogotá o Cartagena enfrentan ahora mayores presiones en su balanza externa.

El desempeño de las zonas francas será clave en la segunda mitad del año para contener el deterioro de la cuenta corriente, en un contexto de menores ingresos petroleros y creciente demanda interna. Las cifras del DANE invitan no solo a revisar los incentivos tributarios que las amparan, sino a repensar su rol dentro de una estrategia exportadora que necesita resultados más sostenibles.