Apuntes de una Cuarentena: IA vs IE

Luis Gerardo GarcíaLuis Gerardo García.- Hola, bienvenidos a mi blog sobre tecnología e innovación. Hoy quiero hablarles de un tema muy interesante y actual: la inteligencia artificial y cómo nos puede ayudar en diferentes ámbitos de nuestra vida.

La inteligencia artificial (IA) es la capacidad de una máquina de imitar las funciones cognitivas de los seres humanos, como el aprendizaje, el razonamiento, la creatividad y la resolución de problemas. La IA se basa en algoritmos que procesan grandes cantidades de datos y generan respuestas adaptadas a cada situación.

La IA tiene muchas aplicaciones prácticas que pueden facilitarnos el día a día, como por ejemplo:

– Compras en línea y publicidad: la IA nos puede recomendar productos o servicios personalizados según nuestros gustos, hábitos y necesidades, así como mostrarnos anuncios relevantes para nosotros.

– Búsquedas en la web: la IA nos puede ofrecer resultados de búsqueda más precisos y rápidos, basados en nuestro historial, ubicación y preferencias.

– Asistentes personales digitales: la IA nos puede ayudar a organizar nuestra agenda, recordarnos citas, responder a nuestras preguntas, darnos consejos y mucho más.

– Ciencia e investigación: la IA nos puede ayudar a descubrir nuevos conocimientos, analizar datos complejos, encontrar soluciones innovadoras y acelerar el progreso científico.

– Educación: la IA nos puede ayudar a aprender de forma más eficaz, personalizada y divertida, adaptándose a nuestro ritmo, nivel y estilo de aprendizaje.

– Salud: la IA nos puede ayudar a prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades, así como a mejorar nuestra calidad de vida y bienestar.

– Seguridad vial: la IA nos puede ayudar a conducir de forma más segura, evitando accidentes, optimizando rutas y reduciendo emisiones.

Como ven, la inteligencia artificial tiene un gran potencial para mejorar nuestra sociedad y nuestro futuro. Sin embargo, también implica algunos riesgos y desafíos que debemos tener en cuenta, como la ética, la privacidad, la seguridad y el impacto social y laboral de la IA.

Por eso, es importante que todos nos informemos sobre esta tecnología y participemos en su desarrollo y regulación, para asegurarnos de que se usa de forma responsable y beneficiosa para todos.

Espero que les haya gustado este post y que les haya servido para conocer un poco más sobre la inteligencia artificial y cómo nos puede ayudar. Si tienen alguna duda o comentario, no duden en escribirme. Hasta la próxima.


Es obvio que el texto anterior no lo escribí yo. Para empezar, Apuntes de una Cuarentena es una columna que habla primariamente de economía, finanzas y mercados, no de tecnología e innovación (al menos no como temas principales). Este texto lo generó el asistente de IA incorporado en Bing, el buscador de Microsoft.

Y es que tengo varios días dándole vueltas a la cabeza sobre toda la publicidad que ha generado la IA, a raíz del lanzamiento del Chat GPT y su integración con los productos de Microsoft. La introducción de esta iteración de la IA ha sido una revolución y ha fomentado la curiosidad general, retroalimentando la innovación y acelerando la tendencia de adopción de IA. Esta súbita adopción hizo que, en días pasados, un grupo de científicos, empresarios e inversionistas de riesgo, entre otros, firmaran una carta pidiendo una moratoria en el desarrollo de la IA mientras se aclaran temas éticos y morales asociados a la apropiada gobernanza de estos sistemas.

Como la misma IA lo describe, sus usos son muy amplios y apuntan a mejorar y facilitar muchas tareas. De hecho, muchos expertos (y no tan expertos) han vaticinado que la IA hará redundante muchos trabajos. Un artículo reciente en Business Insider establece que las profesiones más afectadas con la introducción de IA son las de programación y desarrollo de software, contenidos de medios, legal, investigación de mercados, trading, enseñanza, diseño gráfico, servicio al cliente, contabilidad… y finanzas.

En mi caso, gran parte del tiempo laborable lo dedico a hacer presentaciones, a hacer investigación, a escribir reportes y emails, y a hacer modelos financieros en Excel. Todas estas son tareas que la IA puede hacer de forma más rápida y eficiente que yo. Pudiera uno suponer que la IA va a liberarme tiempo para otras actividades, pero también se corre el riesgo de que la IA me sustituya, dejándome sin trabajo. Eso nos obliga a buscar un ángulo único que agregue valor a nuestros clientes y no nos haga redundantes o “caros”, y es aquí donde la Inteligencia Emocional (IE) entra en juego.

Hasta ahora la IA se ha caracterizado por ser mejores en tareas repetitivas o cuantitativas, pero no ha desarrollado capacidades subjetivas. Cualidades como la empatía, la curiosidad, la sensibilidad y todas aquellas cosas de corte emocional que nos hacen humanos no han podido ser replicadas de forma convincente por una máquina, lo que hace que todos los trabajos o asignaciones que tienen un componente emocional o empático no sean fácilmente sustituibles por AI.

La IA actual no es SkyNet ni HAL. Pero eso no quiere decir que debemos quedarnos impávidos viendo cómo los sistemas mejoran. En la medida en que podamos integrar en nuestras labores a la IA, y agregarle ese componente humano, ese IE, podremos enfrentar de buena forma los retos a futuro.

 

@VzlanaF

 

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