La Economía Mundial y Venezuela

José Grasso VecchioJosé Grasso Vecchio.- En abril de 2023, el FMI dio a conocer las principales proyecciones de la economía mundial para ese año. De acuerdo con esa institución, se trataría de las estimaciones más pesimistas sobre el desempeño de la economía mundial desde 1990, en un contexto donde predomina una política monetaria restrictiva por parte de la gran mayoría de los bancos centrales para hacer frente a la inflación, una limitada capacidad fiscal de los gobiernos en vista del elevado endeudamiento que ya las economías tenían antes de la pandemia de Covid19 y que se incrementó entre 2020 y 2022 debido a la fuerte expansión fiscal, los elevados precios de la materias primas y también los problemas con las  cadenas de suministros, todo ello agudizado por la invasión y guerra de Rusia contra Ucrania.

Efectivamente, las principales economías del mundo han venido, por una parte registrando un menor crecimiento que el observado en 2022 pero al mismo tiempo la inflación se ha desacelerado de manera significativa. Es decir, esas economías no han entrado en recesión aunque para algunos analistas la amenaza sigue latente.

En Estados Unidos, se corrigió al alza el crecimiento económico del primer trimestre de 2023 desde 1,1% inicialmente hasta 2% en la última revisión. Esa expansión de EEUU ha sido motorizada por un consumo todavía robusto, por el gasto público en infraestructura y las exportaciones en tanto que la tasa de desempleo está en niveles bajos de 3,7% y se espera que en el segundo trimestre de 2023 la economía igualmente haya crecido.  Por su parte, la tasa de inflación,  después del pico de 9,2% en junio de 2022 al cierre de mayo de 2023 alcanzó a 4,1% y se anticipa que siga disminuyendo hasta 3% a finales de 2023.

En el caso de la Eurozona, la economía se expandió en 1,3%, liderado ese crecimiento por Portugal, España, Polonia y en mucho menor medida por Francia, entre otros, toda vez que Alemania se mantiene en recesión. En ese grupo de países la inflación, aunque con tendencia a la baja se mantiene elevada. Inglaterra ha mantenido un bajo crecimiento y una inflación anual en mayo superior al 10%.

Uno de los motores de la economía mundial, China, sigue creciendo aunque a menor ritmo. En efecto, durante el primer trimestre el PIB de China aumentó 4,5% en tanto que la inflación fue de 0,3%. Ya las tasas de crecimiento de dos dígitos que durante la décadas de los ochenta, noventa y buena parte de los años dos mil exhibió esa economía parecen cosas del pasado.

En todo caso, la situación descrita conforma un cuadro menos desfavorable del inicialmente previsto por el FMI y la economía de EEUU ha mostrado más resiliencia de lo que muchos anticiparon a pesar de los diez aumentos de las tasas de interés. Algo similar sucede con China aunque el banco central de ese país no aplicó una política monetaria restrictiva.

Todos estos elementos constituyen los llamados fundamentos del mercado en el sentido que le da base para estimar la demanda de petróleo y otros bienes y materias primas que mueven la economía mundial. De esta manera, con el crecimiento de EEUU y China, dos mercados fundamentales para Venezuela, abre una oportunidad para seguir incrementando la producción petrolera, las exportaciones y consecuentemente los ingresos fiscales, aunque debe advertirse que los precios han registrado una tendencia a la baja no obstante los recortes de producción acordados por la OPEP y sus aliados.

 Aumentar la producción de petróleo de forma sostenida se torna imperativo tanto por razones estrictamente fiscales  y de generación de divisas como para darle oxígeno a la actividad económica que rápidamente responde al mayor nivel de producción de hidrocarburos.

Al mismo tiempo, la industria manufacturera y la construcción, altamente generadoras de empleos y de efectos encadenantes sobre otros sectores, podrían verse favorecidas si hay una flexibilización en la política financiera de manera tal que los bancos puedan aumentar de manera progresiva  su cartera de crédito tanto en moneda local como en moneda extranjera. La capacidad instalada no utilizada debe ser vista como una oportunidad de crecimiento al igual que el incremento de las exportaciones.

Finalmente en el mercado de hidrocarburos a pesar de que los precios no están en un buen momento, existen muchas oportunidades de inversión y nuevos negocios que influirían favorablemente en un mayor crecimiento económico. Se debe buscar, abrir espacios al financiamiento que es vital, en especial para las pequeñas y medianas empresas que tienen más dificultades para financiarse localmente y menos aún en el exterior. Todos abogamos por una expansión económica, más empleo y mejores salarios y para ello es esencial el crédito como motor de desarrollo.

 

@josegrasso

 



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