Mandato del 16J
Fernando Fernández.- Hay personas que sugieren la designación de un gobierno de transición ya, de inmediato. El argumento de base es que en el plebiscito del 16J se votó por eso. Falso. Además, no lo creo viable. Especialmente porque tendría que ser a dedo, sin elecciones ni algo que se le parezca.
Los electores que votaron el 16J fueron convocados para una consulta sobre 3 puntos. Me referiré solo al tercero de ellos.
1) Primero que todo, la pregunta No. 3 del plebiscito del 16J nada decía de gobierno de transición o algo parecido, sino de renovar los poderes públicos como manda la Constitución para luego conformar un gobierno de unidad nacional. Algo muy distinto, porque supone que se harán elecciones bajo un esquema que proteja el derecho humano al voto directo, universal y secreto. Un votante es un voto, axioma indiscutible de la democracia.
2) ¿Cómo y quién debe designar ese gobierno de transición? Es falso decir que será la Asamblea Nacional, porque ella no tiene competencia constitucional ni legal para designar ningún tipo de gobierno. ¿Cómo lo haría? ¿Por consenso y a quién escogería? ¿Por elecciones y en cuánto tiempo? ¿A pepa de ojo? ¿Quién lo reconocería? Está claro que ese gobierno de transición no implica unidad sino desunión. Un gobierno de transición ahora sería tan ilegítimo como lo es la constituyente fraudulenta. Y una amenaza a los derechos humanos.
3) En ningún artículo de la Constitución se prevé norma alguna que mencione la posibilidad de un gobierno de transición por algún poder. Eso quiere decir que tampoco sería posible que otro organismo o poder público haga lo que la Asamblea Nacional NO puede hacer. En democracia no hay atajos.
4) La comunidad internacional NO reconocerá un gobierno designado por un mecanismo inconstitucional. Ya lo han dicho algunos voceros. De paso, los países más importantes ya han desconocido a la espuria constituyente. Sin un mecanismo democrático, constitucional y transparente la comunidad Internacional le perderá el respeto y no lo reconocería, lo cual, es sabido le quitaría toda legitimidad ante el mundo globalizado. Lo peor: se perdería en un tris todo la confiabilidad que la oposición se ha ganado a pulso desde el golpe fallido de 2002.
5) Lo que me preocupa es que la Constituyente, por ser ilimitada y fraudulenta de origen, si podría tomar como idea designar un gobierno de transición y nombrar a dedo a quien le parezca. La mala idea de una constituyente, recordemos, vino de sectores opositores de buena fe y con otro fines, por supuesto. Pero, fue una idea robada para torcerla y lograr el despropósito.
6) Quienes, de buena fe, hacen la propuesta de un gobierno de transición en paralelo designado por la Asamblea Nacional o no saben lo que dicen y no se leyeron bien la pregunta 3 del plebiscito ni la Constitución; o se prestan, sin quererlo, a un juego divisionista muy peligroso que la constituyente podría apropiarse y torcer.
Los sobrevivientes de los asesinados, los heridos y torturados, los presos arbitrariamente y la gente empobrecida quieren soluciones sustentables y realistas. El derecho humano a la democracia es la base de toda protesta contra el autoritarismo, la tramposería y la tentación totalitaria. No lo echen a perder con ideas equivocadas. Si te dividen te vencerán, dice el refrán.
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Abogado experto en Derecho Penal Económico/Criminal Compliance, con amplia experiencia como asesor de empresas en prevención de delitos económicos, anti-blanqueo de activos, anti-corrupción y anti-financiamiento del terrorismo.