Venezuela ha reducido significativamente sus importaciones de diluyentes provenientes de Estados Unidos, alcanzando un mínimo de 15.500 barriles diarios en los primeros dos meses de 2025, según datos de la Agencia de Información Energética de EE. UU. (EIA, por sus siglas en inglés).
Esta cifra marca una caída del 80% respecto al mismo período del año anterior, lo que refleja un cambio importante en las dinámicas de suministro de la industria petrolera nacional.
Los diluyentes desempeñan un papel clave en la producción de crudo pesado y extrapesado en la Faja Petrolífera del Orinoco, ya que permiten su procesamiento y exportación.
La drástica reducción en la importación de estos insumos ocurre en un contexto marcado por restricciones comerciales y sanciones internacionales, así como el reciente anuncio de la administración de Donald Trump sobre la revocación de la Licencia General Nº 41, que permitía a Chevron operar en Venezuela con ciertas excepciones.
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Impacto por el recorte de diluyentes
Expertos del sector energético advierten que la disminución de diluyentes podría afectar la capacidad de producción de Venezuela, generando mayores dificultades en la exportación de crudo. Además, la medida podría obligar a la estatal Pdvsa a buscar alternativas de suministro, ya sea a través de mercados como Irán o Rusia, con quienes mantiene acuerdos estratégicos.
Esta reducción se suma a la creciente incertidumbre en el mercado petrolero mundial, en un momento donde las tensiones geopolíticas y las negociaciones entre EE. UU. y China sobre comercio están generando volatilidad en los precios del crudo.