Las ventas de Novo Nordisk aumentaron un 38% en el tercer trimestre de 2023, situándose en 58.730 millones de coronas (7.790 millones de euros), según anunció la empresa.
Estos resultados récord se producen en un contexto de aumento de la demanda de semaglutida, el adelgazante de Novo Nordisk que también se comercializa bajo los nombres de Ozempic, Wegovy y Rybelsus.
La eficacia de la semaglutida para reducir el apetito le ha valido el reconocimiento mundial en los últimos años, y en septiembre Novo Nordisk se convirtió en la empresa más valiosa de Europa.
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Famosos como el empresario Elon Musk o la actriz Amy Schumer han compartido sus experiencias con el fármaco, e incluso han empezado a aparecer peligrosas falsificaciones de tratamientos en todo el mundo.
Otros que siguen de cerca la evolución son los principales actores del sector de la alimentación y las bebidas, ya que algunos temen que pueda frenar el gasto de los consumidores en aperitivos y bebidas.
Tras la caída de las acciones de Nestlé el mes pasado, el consejero delegado de la empresa, Mark Schneider, declaró que los medicamentos para adelgazar aún no habían repercutido en las ventas, pero anunció que la marca estaba trabajando en «productos complementarios» a la medicación.
Seguirán los recortes de suministro
En mayo, Novo Nordisk introdujo límites a la semaglutida en EE.UU. para garantizar la continuidad de los pacientes que ya tomaban el fármaco, ya que la demanda superaba a la oferta.
La farmacéutica tiene previsto aumentar la producción el año que viene, pero ha advertido de que las restricciones se mantendrán en un futuro próximo.
Este anuncio ha frustrado a algunos inversores que esperaban un calendario más claro.
En su declaración de resultados trimestrales, Novo Nordisk también dijo que había presentado solicitudes para utilizar la semaglutida como medicamento cardiovascular, tras los prometedores ensayos realizados en agosto.
La empresa se prepara para hacer frente a un competidor, Eli Lilly, que se espera que apruebe un nuevo medicamento contra la diabetes en EE.UU. a finales de este año.
Reuters
