Licencias petroleras, producción y precios

José Grasso VecchioJosé Grasso Vecchio.- El gobierno de los Estados Unidos ha usado la política de sanciones a lo largo del tiempo como un instrumento para lograr determinados objetivos económicos y políticos. Tales sanciones son una especie de sustituto a una acción que implique el uso de la fuerza y se emplea para disuadir a empresas o países sobre ciertas y determinadas conductas que afecten los intereses estadounidenses o de sus aliados. Hay toda una discusión interminable sobre la efectividad de las sanciones generales para lograr objetivos políticos. La evidencia parece sugerir su poca efectividad porque los países terminan adaptándose a ellas, aunque a un elevado costo.

En 2017 se comenzaron a prohibir ciertas transacciones económicas del gobierno de Venezuela con el de EEUU y entre ese año y 2019 se emitieron cinco Órdenes Ejecutivas (OE), que son una facultad del presidente, para restringir operaciones económicas con el gobierno venezolano como fue el caso de la OE 13.884 y 13.857 que limitaron severamente las operaciones de entidades estadounidenses con Venezuela.

La OE 13.857 del 25 de enero de 2019 bloqueó cualquier relación entre Pdvsa y sus filiales con empresas de EEUU mientras que la OE 13.884 sancionaba a terceros que mantuvieran vínculos de cualquier tipo con Venezuela y donde estuviesen involucradas empresas estadounidenses o donde éstas mantuvieran operaciones. Pero el 18 de octubre de 2023 se produce un giro con el gobierno de Joe Biden, quien en el marco de una negociación política entre gobierno y oposición de Venezuela flexibiliza las sanciones al emitir seis licencias durante seis meses que facilitaron las operaciones con el oro, las transacciones de bonos venezolanos, la actividad del BCV y Conviasa y la más importante la número 41 referida al gas y al petróleo que permitió la expansión de la producción de Chevron desde uno 60.000 barriles diarios hasta 180.000 barriles diarios de petróleo a mediados de abril de 2024.

La Licencia General 44 venció el 18 de abril de 2024 y fue reemplazada por la 44A, mediante la cual se establece un plazo de 45 días para el cierre ordenado de actividades tales como la producción, extracción y venta de petróleo y gas desde Venezuela, el pago de facturas pendientes por operaciones de petróleo y gas y el envío de petróleo y gas para pagar deudas. Se mantuvo la autorización al BCV y al Banco de Venezuela para continuar operando en los mercados financieros internacionales.

Sin embargo, la Licencia General 44A contiene aspectos importantes al permitir licencias específicas a empresas petroleras y gasíferas para que operen en Venezuela sobre la base de caso por caso. Ello permitió que el 24 de abril se firmara un acuerdo entre Pdvsa y la empresa canadiense LNG ENERGY GROUP para explotar campos de crudos ligeros y medianos, donde esta empresa obtendría entre un 50% y 56% de la producción, estimada en unos 5.000 barriles diarios. Igualmente, se suscribió un contrato entre Pdvsa y Repsol para explotar campos petroleros que permitirían una extracción de aproximadamente 70.000 barriles por día.

Afortunadamente se mantuvo la licencia a Chevron y esta empresa que ha incrementado sustantivamente su producción en 2023 y 2024 ya tiene programado la perforación de nuevos pozos en la Faja del Orinoco, todo ello en un contexto donde los precios de los hidrocarburos se han vista favorecidos y donde los principales países productores no tienen planes para aumentar la extracción de crudos. De allí la importancia del petróleo de Venezuela al haber amplias reservas a ser explotadas.

Aprovecho para repetir una vez más, que las sanciones no resuelven nada, crean problemas humanitarios y migratorios, no tienen razón de ser y más que hablar de flexibilizar sanciones repito la necesidad de eliminarlas. Las sanciones solo sirven para perjudicar a los venezolanos. Manifiesto mi rotundo y total rechazo a las sanciones.

Otro aspecto a considerar, es que la vía de poder aplicar a licencias específicas y que sin duda se van a lograr en muchos casos, será otro empuje a nuestra economía para este 2024 especialmente en materia de hidrocarburos. Para terminar, participé recientemente (15 y 16 de abril) en un encuentro empresarial en la Cámara de Comercio de Bogotá, Herramientas y perspectivas para hacer negocios entre Colombia y Venezuela. En ese evento, se congregaron más de 450 empresas con mucho interés de hacer negocios con Venezuela. Hay muchas oportunidades, entre nuestros países tenemos profundos vínculos históricos, culturales, familiares, sociales y económicos. En la próxima entrega compartiré detalles de esas oportunidades.

 

@josegrasso

 

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