El fabricante automovilístico alemán BMW, que tiene las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce, ganó hasta septiembre 9.551 millones de euros, un 41,8% menos que hace un año, tras la caída del valor de operaciones financieras para cubrirse de los cambios en los tipos de interés y porque el año pasado tuvo ingresos extraordinarios.
BMW informó hoy de la facturación del grupo subió en los nueve primeros meses del ejercicio hasta 112.530 millones de euros (+9,2%), por la mejora en todos los segmentos sobre todo en el negocio automovilístico (+6,7%), y en menor medida en el de motos (+3,5%) y en los servicios financieros (+2,6%).
También contribuyó a la mejora de las ventas y de los ingresos la integración completa del negocio operativo de BMW Brilliance Automotive (BBA), la sociedad de riesgo compartido china en la que tiene una participación mayoritaria.
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Sin embargo, el tipo de cambio de renminbi chino y del dólar estadounidense tuvo efectos negativos en la facturación.
Asimismo, el aumento de los costes de producción tuvo un efecto negativo en el resultado acumulado hasta septiembre.
El resultado financiero dio hasta septiembre pérdidas de 656 millones de euros, frente al beneficio de 9.757 millones de euros un año antes, por la caída del valor de operaciones financieras para cubrirse de los cambios en las tasas de interés.
Además, el año pasado la valoración de la participación en BBA de 7.700 millones de euros contribuyó a aumentar mucho el resultado financiero.
BMW prevé en 2023 un margen de rentabilidad operativa sobre las ventas en el segmento automovilístico de entre el 9 y el 10,5%.
EFE