El fabricante automovilístico alemán BMW, que tiene las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce, ganó hasta junio 6.620 millones de euros, (7.233 millones de dólares) un 50% menos que un año antes, cuando había tenido ingresos extraordinarios por la consolidación de la filial china BBA, y en un entorno difícil.
BMW informó hoy de que la facturación del grupo BMW subió en los seis primeros meses hasta 74.072 millones de euros (+12,4 %) tras la consolidación de BBA, y el resultado operativo mejoró hasta 9.718 millones de euros (+42,6 %).
El primer semestre del año pasado BMW obtuvo unos ingresos extraordinarios de 7.700 millones de euros por el valor de su participación en BBA que dispararon su resultado financiero y neto.
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Las ventas automovilísticas del grupo subieron el primer semestre de este año a 1,214 millones de unidades (+4,7%), por la mejora de la marca BMW (+5,4%) y el estancamiento de Mini (-0,2%) y Rolls-Royce (-0,3%).
Las ventas de motos también aumentaron en el primer semestre hasta 112.871 unidades (+4,9%).
El grupo BMW logró una rentabilidad operativa en el segmento automovilístico del 10,6% hasta junio (8,5% un año antes) y del 9,2% en el segundo trimestre (8,2% un año antes).
Tuvieron un efecto positivo en el resultado el aumento de las ventas, las ventas de modelos más caros y buenos precios tanto en el mercado de vehículos nuevos como en el de segunda mano.
Pero el aumento de los inventarios y los costes de materiales y materias primas más elevados tuvieron un efecto negativo.
«Las ventas de vehículos con motor de combustión muy eficiente crea un fundamento sólido y el fuerte crecimiento se basa en la creciente demanda de nuestros modelos eléctricos», dijo el consejero delegado, Oliver Zipse.
BMW ha revisado al alza sus pronósticos de rentabilidad de su segmento automovilístico y prevé que se situará este año entre el 9 y 10,5% (antes entre el 8 y el 10%).
EFE