Las monedas digitales minoristas de bancos centrales, con un diseño preventivo, pueden asegurar un acceso a estas monedas que no compromete la seguridad cibernética, dijo este martes el Banco de Pagos Internacionales (BPI).
El proyecto Sela, un experimento del BPI con los bancos centrales de Hong Kong e Israel, demuestra que estas monedas digitales minoristas pueden apoyar la competencia, al mismo tiempo que mantienen las ventajas del efectivo.
El objetivo de Sela es «fomentar un ecosistema de monedas digitales minoristas de bancos centrales accesible, competitivo e innovador que pueda servir para una amplia gama de casos de usos», señala el BPI en un comunicado.
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Por ello, trata de reducir las barreras para entrar a los proveedores de servicios y desagregar y redistribuir las actividades relacionadas a las cuentas de monedas digitales minoristas de bancos centrales entre el sector público y privado.
Otro objetivo es lograr una forma de pago digital que preserve atributos deseables del efectivo como no tener riesgo de crédito, ser una forma de pago muy accesible y segura, así como un depósito de valor, proporcionar una liquidación instantánea, operar a bajo coste y mantener un nivel apropiado de privacidad para los usuarios finales.
En el proyecto Sela el banco central opera la billetera ‘ledger’ sin comprometer la privacidad del usuario final porque se ocultan identificadores personales, añade el BPI, cuya sede está en la ciudad suiza de Basilea.
Por ellos los pagos minoristas se liquidan directamente en el balance del banco central de una manera que se preserva la privacidad.
Un nuevo tipo de intermediario, llamado ‘the Access Enabler’, proporciona un amplio acceso a la moneda digital del banco central sin necesidad de mantener financiación en su propio balance, por lo que reduce complejidad y riesgos en comparación con los proveedores de servicios de pagos actuales.
EFE