Las siete grandes tecnológicas estadounidenses -un grupo formado por Apple, Microsoft, Nvidia, Amazon, Tesla, Alphabet (Google) y Meta (WhatsApp, Facebook e Instagram)- han visto caer su valor bursátil combinado en 4,2 miles de millones de dólares (3,7 mil millones de euros), o lo que es lo mismo, un 24%, desde la toma de posesión de Donald Trump hasta el pasado lunes.
Este daño financiero se profundizó tras la imposición de aranceles globales por parte de Estados Unidos, debido a la fuerte repercusión en sus cadenas de suministro con origen en China y otros actores clave en todo el mundo.
La congelación temporal de la mayoría de los aranceles más punitivos y la exención de la mayoría de las tasas sobre los productos electrónicos procedentes de China han supuesto un cierto alivio, pero Trump ha dejado claro que el indulto puede ser de corta duración. El fantasma de la guerra comercial de Trump se cierne sobre las grandes empresas tecnológicas.
«La confusión masiva creada por este flujo constante de noticias que salen de la Casa Blanca está mareando a la industria y a los inversores y creando una incertidumbre masiva y caos para las empresas que intentan planificar su cadena de suministro, inventario y demanda», afirma el analista de Wedbush Securities, Dan Ives.
La guerra comercial entre EE.UU. y China golpea a Nvidia
El fabricante de chips Nvidia sufrió un importante revés durante la semana pasada, cuando la Administración Trump le prohibió vender uno de sus populares chips de inteligencia artificial a China. Esto llevó a la empresa a descontar 5.500 millones de dólares (4.800 millones de euros) de ingresos de las existencias de procesadores que pretendía exportar al gigante asiático.
Los consejeros delegados de las tecnológicas tendrán la oportunidad de hablar de las consecuencias de la guerra comercial y de otros retos pendientes durante las llamadas con analistas que se celebrarán esta semana. Estas precederán a sus informes de cuentas del primer trimestre del año.
Las publicaciones comenzaron ayer, martes, con un demoledor resultado para Tesla e Elon Musk. Su batacazo se produce entre llamamientos al boicot por parte de los consumidores por su rol en la actual Casa Blanca tras despedir a miles de empleados federales en su pugna por reducir el tamaño del sector público estadounidense.
Con información de Euronews.