Más de un tercio de los migrantes fallecidos cuyo país de origen pudo identificarse provienen de países en conflicto o con grandes poblaciones de refugiados, según reveló un estudio publicado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dado a conocer el 26 de marzo.
En una nota publicada en el portal web de la OIM, señala que este informe pone de relieve los peligros enfrentados por quienes intentan escapar de las zonas de conflictos sin contar con vías seguras.
Sin embargo, la información sobre las identidades de los migrantes desaparecidos está bastante incompleta. Entre las conclusiones claves del informe puede mencionarse el alto número de muertes sin identificar.
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Más de dos tercios de los migrantes cuyas muertes fueron documentadas siguen sin ser identificados, teniendo las familias y las comunidades que enfrentar la pérdida ambigua de sus seres queridos. Esto pone de relieve la necesidad de que haya una compilación mejor coordinada de datos y procesos de identificación para darles un cierre a las familias afectadas.
“A pesar de las numerosas vidas perdidas cuyas identidades siguen siendo desconocidas, sabemos que casi 5 mil 500 mujeres han fallecido en rutas migratorias durante los últimos diez años y la cifra de menores identificados es de casi 3 mil 500,” dijo Ugochi Daniels, directora general adjunta de operaciones de la OIM. “El saldo sobre las poblaciones vulnerables y sus familias nos urge a convertir la atención sobre los datos en acción concreta”.
El informe Una década comentando muertes de migrantes, observa los últimos diez años con más de 63 mil muertes y desapariciones documentadas durante los procesos migratorios de ese período – y más muertes registradas en 2023 en comparación con cualquier otro año anterior.
«No ha mejorado la realidad para los migrantes»
Estas cifras demuestran la urgente necesidad de capacidades fortalecidas de búsqueda y rescate, la facilitación de vías migratorias seguras y regulares, y acción basada en evidencias para prevenir futuras pérdidas de vidas. La acción debe incluir cooperación internacional intensificada contra las redes inescrupulosas de trata de personas y tráfico de migrantes, resalta la OIM.
«Cuando el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM empezó en 2014, se compiló información casi exclusivamente de artículos periodísticos sobre una simple hoja de cálculo. Diez años más tarde, la compilación de datos ha mejorado drásticamente pero no ha ocurrido lo mismo con la realidad para los migrantes forzados a tomar rutas peligrosas», indica el documento.